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Los centros concertados suman el 43% de las plazas escolares, pero sólo acogen al 17% de los niños inmigrantes

La escolarización de inmigrantes es una asignatura que las escuelas concertadas catalanas tienen aún pendiente. El grueso del esfuerzo de acogida de estos alumnos recae sobre los centros públicos. Los colegios concertados, que se financian con fondos públicos, apenas escolarizan al 17,5% de los niños inmigrantes que cursan primaria, secundaria, bachiller y formación profesional, aunque tienen el 43,7% del total de las plazas escolares, según datos del Departamento de Educación de la Generalitat.

Barcelona es el paradigma del reparto desigual de niños inmigrantes. El 76,2% están en centros públicos, mientras que los concertados sólo escolarizan al 23,7%, aunque estos últimos disponen del 60% del total de plazas de ciudad. Varios distritos populares tienen una baja proporción de alumnos inmigrantes en los centros concertados. En Sant Martí, con el 41% de las plazas, tienen el 10% del alumnado extranjero; en Sants-Montjuïc, con el 43%, escolarizan al 12,4% de los niños inmigrantes; en Sant Andreu, con el 61%, acogen al 18,3%, y en Nou Barris, con el 45%, escolarizan al 18,5%.

El sector concertado apenas acoge entre 1,5% y el 7% de los niños extranjeros en Cerdanyola, Sabadell, Parets y Salt, pese a tener más plazas que el público
La patronal privada asegura que ha de mantener las cuotas que cobra a las familias porque los fondos de Educación no cubren el coste de la enseñanza
En Barcelona los colegios privados tienen el 60% de las plazas de enseñanza obligatoria y sólo escolarizan al 23,7% de los hijos de inmigrantes

Sarrià-Sant Gervasi es un caso singular: Aquí los extranjeros se reparten casi a partes iguales entre públicos y concertados, aunque en torno al 40% de los alumnos extranjeros matriculados en los concertados proceden de la Unión Europea y de América del Norte.

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En poblaciones como Cerdanyola, Parets del Vallès, Sabadell o Salt los niños extranjeros que van a centros concertados se sitúan entre el 1,5% y el 7,4% del total de alumnos, pese a que el sector concertado tiene entre el 27% y el 40% de las plazas (véase gráfico).

El desequilibrio también es patente en Martorell: el 5,2% de los alumnos van a un centro concertado, pese a que éste tiene el 18% de las plazas de la ciudad. El concejal de Enseñanza de Martorell, Ramon Cuadros, dice: "Los niños van donde hay vacantes y en este centro suele haber pocas porque los hermanos ya matriculados tienen preferencia. Además, dejamos de considerar inmigrantes a los alumnos que llevan más de dos años escolarizados aquí", recalca el edil. Martorell tiene un gobierno tripartito formado por el PSC, ERC e ICV.

En Anglès (Selva) no figuran alumnos inmigrantes en el centro concertado de la localidad, gobernada por ERC y CiU. El regidor de Educación, Manel Moreno, discrepa de las cifras de la Generalitat, aunque no da datos concretos. "La mayor parte [de los hijos de inmigrantes] están en la pública, pero calculo que cerca del 30% pueden estar en el centro concertado que tenemos en la población", asegura.

El subdirector general de Escolarización del Departamento de Educación, Carles Martínez, dice que el Pacto Nacional por la Educación, firmado por la Generalitat y una veintena de entidades, es "el punto de partida para acabar con este desequilibrio". El subdirector añade que en algunas poblaciones "se demuestra que donde hay un consenso para afrontar el reparto de extranjeros las cosas funcionan".

Los centros concertados recibirán este año de la Generalitat 894 millones de euros, pero afirman que estos fondos no cubren el coste de la enseñanza. Ése es el motivo por el que cobran cuotas a las familias, que en muchos casos constituyen una barrera para el acceso de las que tienen menos recursos. La cuota por excelencia es la que se paga en enseñanza primaria por la sexta hora de clase. Los colegios concertados pueden llegar a cobrar por ella más de 60 euros al mes por alumno. Pero esta sexta hora dejará de ser factor diferencial cuando el próximo curso la empiecen a impartir la mayor parte de los centros públicas y se generalice en el siguiente curso. También existen unas cuotas llamadas voluntarias que pagan las familias.

Educación pretende que las cuotas desaparezcan en unos años y ofrece más dinero a los centros que voluntariamente se conviertan en gratuitos. Se prevé destinar hasta 2009 91,4 millones de euros para que estos centros se conviertan en gratuitos, bien mediante ayudas directas por cada alumno con bajos recursos que escolaricen, bien a través de contratos que les obligarían a dejar de cobrar cuotas.

Enric Puig, secretario general de la Fundación Escuela Cristiana, la principal patronal de centros concertados, afirma que muchos "sobreviven gracias a las cuotas. Hay centros que tienen alumnos de familias sin recursos que no pagan cuotas, pero si hay un excesivo porcentaje de estos alumnos el centro es económicamente insostenible, Sin duda, con las nuevas ayudas de la Generalitat el, porcentaje de inmigrantes aumentará", dice Puig.

Guissona, La Seu y Vic, excepciones

Poblaciones como Vic (Osona), Guissona (Segarra) y La Seu d'Urgell (Alt Urgell) rompen la regla general de reparto desigual de inmigrantes entre la red pública y la concertada. En las tres se produce una distribución proporcional de estos alumnos entre centros concertados y públicos. En Vic, el 44% de los alumnos inmigrantes están en la concertada, porcentaje muy cercano al 49% de plazas que tienen estos centros en la ciudad, según Educación.

"Hay un pacto del Ayuntamiento con los centros públicos y los concertados para acoger a extranjeros", dice Ramon Sala, regidor de Educación de Vic, municipio de 40.000 habitantes gobernado por CiU. "El esfuerzo es tanto de las públicas como de las concertadas. Teníamos dos pequeñas escuelas públicas que amenazaban con convertirse en guetos y se fusionaron con otras más grandes".

Vic tiene cinco centros concertados religiosos que "han asumido que deben acoger a extranjeros", dice el regidor. Sala añade que si hay alumnos obligados a desplazarse de zona y que no disponen de recursos para pagar el transporte y el comedor, el Consejo Comarcal, el Ayuntamiento y el Departamento de Educación ayudan a cubrir los gastos.

En Guissona, el 47,5% de los alumnos extranjeros están en los centros concertados, con el mérito de que éstos sólo disponen del 38% del total de plazas. Guissona, con 5.000 habitantes y gobernada por ERC y CiU, reparte a los inmigrantes entre los tres centros de la población, dos públicos y uno concertado. "Tenemos un acuerdo no escrito del Consejo Escolar, formado por el Ayuntamiento, las escuelas y las asociaciones de padres, que funciona desde hace años", dice el regidor de Educación, Joan Esteve. En la Seu d'Urgell, los centros concertados acogen al 39% de inmigrantes, pese a tener el 31% de las plazas escolares.

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