Dirigentes de ICV plantean que Maragall no debe ser presidente otra legislatura

Ya no es sólo la oposición. Ahora es también una parte de quienes votaron a Pasqual Maragall como presidente de la Generalitat quienes no le quieren. Varios dirigentes de Iniciativa Verds (ICV) plantearon ayer en la reunión extraordinaria del Consejo Nacional dedicada a analizar la crisis de Gobierno que Maragall "lleva el tripartito a la ruina" y que, por tanto, "no debería ser presidente de la Generalitat otra legislatura".

Esta posición fue defendida por seis miembros del Consejo Nacional sobre el total de una treintena de intervenciones, todas ellas muy críticas con la forma en que Maragall provocó la crisis de gobierno y como dirige el Ejecutivo.

El núcleo de dirigentes más próximo al líder del partido, Joan Saura, ha expresado también su "hartazgo" por la falta de dirección política en el Gobierno, según explicó uno de ellos, vicepresidente del partido, Jordi Guillot. Resumió así la situación: "Maragall no lidera el Gobierno, termina mal todo lo que empieza, no hace más que alimentar a la oposición, y ha logrado ponerse en conflicto con los tres partidos que le eligieron presidente".

El resumen que Saura hizo de las intervenciones en el Consejo Nacional de ICV no recogió la propuesta de no apoyar una reelección de Maragall para un segundo mandato. Pero quedó ahí porque nadie salió en defensa del presidente. El informe de Saura fue aprobado por los 150 asistentes, salvo 6 abstenciones, cuyo sentido es, a juicio de Guillot, el de echar en falta una mayor firmeza ante Maragall.

Los ecosocialistas han llegado a la conclusión de que no deben continuar con su "hiperresponsabilidad" en la relación con el presidente. Hasta ahora les ha llevado a cerrar la boca ante el comportamiento de Maragall. Han decidido asumir una destitución que consideran "injusta" y que, en su opinión, Maragall no ha podido justificar más que con el recurso a que es una "cuota" de coste de la crisis. Pero, a cambio, han decidido no ocultar su creciente desapego hacia un presidente "que cree, erróneamente, que nada de lo que hace tiene costes", y emprender una reflexión acerca de si al tripartito le conviene Maragall para otra legislatura.