"Muchos trabajadores viven una especie de semiesclavismo solapado"

El psiquiatra Juan Sánchez Vallejo (Toledo, 1947) está a punto de presentar su último libro: Con el sudor de tu mente (Editorial Iralka), un ensayo sobre la fatiga y el estrés laboral. "La fatiga acompaña al trabajo como la sombra al cuerpo, es común. Otra cosa es que se den circunstancias que exijan al organismo un trabajo extra y que pueden ser nocivas para la salud del trabajador. Entonces ya estamos ante el estrés laboral", explica Sánchez Vallejo, quien trabaja en un centro de atención primaria de Eibar.

Pregunta. ¿Cuáles son las principales causas que provocan el estrés laboral?

Respuesta. Hay muchas. La inseguridad laboral, estar pendiente de que una máquina no te corte el dedo porque funciona mal, trabajar con el cronómetro al lado, tener un jefe tóxico, etcétera. Cualquier circunstancia que se sienta en nuestro interior como penosa o como una amenaza desarrolla en el organismo una serie de reacciones mentales y físicas. Mucha gente cae en el intento de superar esas circunstancias.

"El capitalismo salvaje hace que se cree un sustrato de inseguridad tal que ni el trabajador se atreve a combatirlo

P. ¿El estrés se puede dar tanto por exceso como por falta de trabajo?

R. Sí. Ahí está el llamado mobbing o acoso laboral. Al trabajador se le deja muchas veces a propósito sin una definición clara de cuáles son sus tareas. Éste entonces se siente abandonado, minusvalorado y desarrolla un estrés laboral bastante nocivo para su salud.

P. ¿Cuáles son las consecuencias psíquicas y físicas que tiene este mal?

R. Van unidas. Se empieza por las psíquicas y muchas veces, aunque no siempre, se acaba con las físicas. Una mente saturada, que trabaja con unos niveles de ansiedad, de angustia, de presión importantes, puede desarrollar cefaleas, agotamiento físico, insomnio, inapetencia, disfunciones sexuales, hipertensión,... Según datos de la Unión Europea, el 30% de los trabajadores sufre estrés laboral. Y de éstos, más de la mitad acabará padeciendo alguna de las enfermedades citadas.

P. ¿Cómo se trata el estrés laboral?

R. La pregunta del millón. Si pensamos en el trabajador medio, que es al que he entrevistado para el libro, el sustrato del estrés laboral son las condiciones de trabajo. Las leyes del mercado son crueles. Sólo vale la ganancia, al margen de humanismos. El capitalismo salvaje hace que se cree un sustrato de inseguridad tan grande en el trabajador, que ni el trabajador se atreve a combatirlo.

P. ¿Tiene miedo?

R. Cuando preguntaba a los trabajadores por qué no cambiaban de trabajo, respondían aquello de más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Y que si uno mueve el pico ya sabe lo que le espera. Muchos viven una especie de semiesclavismo solapado que nadie combate. Si a eso unimos la filosofía existente de cada uno va a lo suyo, el individualismo atroz, el currela hoy se encuentra absolutamente desarmado.

P. ¿Cómo se podría entonces combatir el estrés laboral?

R. El propio trabajador tendría que enfrentarse a la situación, entre otras cosas, sindicándose más. Luego hay una serie de leyes, como la de Prevención de Riesgos Laborales, que las empresas no cumplen. Y las inspecciones de trabajo miran para otra parte. El empresario no acaba de ver que la inversión en prevención es positiva. Según un estudio madrileño, el 6% de las bajas se debe al mobbing y el 50%, al estrés laboral en general.