El líder socialista augura que el PP no derogará sus reformas
Hay quienes creen que el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero "va demasiado deprisa" en las reformas. No, no es que vaya demasiado rápido, dice el presidente del Ejecutivo, sino que otros, cuando gobiernan, van demasiado despacio. Zapatero dijo ayer ante el auditorio que le aclamaba que el ritmo de reformas no bajará. "Cuando gobierna la izquierda hay que ir rápido, Lo que hagamos ahora quedará y nadie lo va a cambiar".
Puso varios ejemplos de leyes aprobadas en tiempos de Felipe González que el PP no derogó pudiendo hacerlo, y citó algunas de las nuevas leyes que da por seguro que quedarán para siempre. "No derogarán los Estatutos de autonomía; no derogarán el matrimonio de personas del mismo sexo, y ni siquiera devolverán la estatua de Franco a su pedestal".
El líder del PSOE hizo un repaso de los dos años de su Gobierno, empezando por la retirada de las tropas de Irak, la política internacional basada "en el diálogo" y la cooperación, citando el compromiso para final de legislatura de que ésta se sitúe en el 0,5% del PIB. También continuarán las reformas estatutarias, que, a su juicio, no deben producir temor alguno, porque no dividirán a los españoles, sino que "engrandecerán España" y todos los españoles estarán más unidos. "También el PP se echará en brazos de los estatutos de nueva generación y dirá que son obra suya, como ya se adueñó de Azaña", señaló Zapatero.
"Estamos orgullosos de estar aquí, juntos, representantes de las 17 comunidades autónomas", dijo el presidente a sabiendas de que, en efecto, había en las gradas gentes de toda España. También de Ceuta y Melilla, como había recordado el presidente del PSOE, Manuel Chaves.
Igualdad y dependencia
De las reformas estatutarias próximas habló Zapatero como parte de la tarea de los dos años que restan de legislatura. Pero también y, sobre todo, de la puesta en marcha de dos leyes en las que el PSOE, el Gobierno, y el presidente tienen puesta toda la atención: La Ley de Igualdad y la de atención a las personas dependientes. Esta última la presentó el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y supone una auténtica "revolución" en España al considerarse un derecho la ayuda pública a quien necesite atención o ayuda. Para estas dos leyes el presidente pidió "consenso" al PP, aunque también necesitará de manera ineludible el concurso de las comunidades autónomas y de los agentes sociales.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, asistió en primera fila a este acto organizado por el PSOE y escuchó en silencio las promesas que el presidente hizo para los próximos tiempos en materia de pensiones y del salario mínimo interprofesional. Zapatero le dio las gracias por su actitud y aseguró que su Gobierno está comprometido con "los desfavorecidos, con los débiles".
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