Rubalcaba advierte de que el ataque en Navarra es incompatible con el alto el fuego
El Ejecutivo investiga si el incendio provocado en la ferretería de un edil de UPN ha sido ordenado por ETA
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, apuntó ayer que "todo parece indicar" que el incendio provocado durante la madrugada en la ferretería del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) de Barañain (Navarra) José Antonio Mendive "es un acto de kale borroka" y que eso "es incompatible con el alto el fuego de ETA". El ataque, que obligó a desalojar de un edificio de viviendas a 56 familias y a hospitalizar a tres policías municipales y a un bebé por inhalación de humo, provocó consternación en el Gobierno y los principales partidos. El ataque adquirió especial relevancia política al ser el primero perpetrado tras la declaración de alto el fuego permanente de ETA y justo al cumplirse un mes de esa decisión.
El Gobierno, a través del ministro del Interior, condenó este ataque, se solidarizó con las víctimas y expresó su "firme voluntad" de "alcanzar la paz y de perseguir los delitos que se produzcan contra los derechos y libertades de los ciudadanos". Pérez Rubalcaba anunció, también, que la Guardia Civil está investigando los detalles del incendio para conocer si obedece a la acción de un grupo de "incontrolados" o responde a órdenes de la dirección de ETA.
En este último caso, el atentado afectaría al proceso de paz ya que el compromiso de ETA, con su declaración de alto el fuego permanente del pasado 22 de marzo, implicaba el cese de todo tipo de violencia, no sólo los atentados contra personas sino todo tipo de ataques de violencia callejera, como la de ayer, así como la extorsión a empresarios y profesionales. De hecho, el último informe de los distintos servicios policiales que la pasada semana conoció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmaba que el alto el fuego era total e incluso anunciaba que se conocían órdenes explícitas de la dirección de ETA para que cesara la kale borroka.
Uno de los frentes principales de la investigación del Ministerio de Interior estaba ayer precisamente en determinar si el alto el fuego permanente de ETA se mantenía o ha sido vulnerado por vez primera desde la declaración de hace un mes de la banda terrorista.
A este respecto, el portavoz de la ilegalizada Batasuna Pernando Barrena expresó ayer por la mañana su sorpresa por lo ocurrido y evitó pronunciarse hasta disponer de información detallada. "No suponemos nada. Sólo valoramos datos y, en consecuencia, hacemos valoraciones políticas. No hacemos suposiciones", señaló Barrena. También se comprometió a emitir algún comentario cuando su organización tenga conocimiento de quiénes han sido los autores del ataque. En medios de la ilegalizada Batasuna no se descartaba que el incendio haya sido obra de un grupo de extrema derecha, interesado en que el proceso de paz descarrile.
El coordinador de IU en Navarra, Ion Erro, reclamó a Batasuna que rechace públicamente este ataque para que "sea creíble la consolidación de la apuesta por la paz".
El líder del primer partido de la oposición, Mariano Rajoy, pidió prudencia al Gobierno. En un acto público en Sevilla, reclamó al Ejecutivo que cuide sus palabras en todo lo relacionado con el terrorismo. A este respecto, precisó que "no estamos en ningún proceso de paz porque no hay ninguna guerra ni conflicto" sino que "hay una organización terrorista que actúa contra la libertad". Por su parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) manifestó en un comunicado que los "lamentables hechos" de Barañain "muestran la nula credibilidad de los asesinos de la banda terrorista ETA".
En 1998, en el primer mes de la tregua indefinida de ETA, siendo presidente del Gobierno José María Aznar, la kale borroka provocó varios incendios en sucursales bancarias, en la Casa del Pueblo de Alza (Guipúzcoa) y en el coche particular de un colaborador de la cadena SER en Irún (Guipúzcoa). El primer ataque se produjo al día siguiente de la declaración de tregua y los vecinos de un inmueble de Santurtzi (Vizcaya) tuvieron que ser desalojados al arder una sucursal bancaria. En los 14 meses que duró la tregua se produjeron más de 1.500 ataques de la kale borroka.
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