El incendio obligó a desalojar a 56 familias y a hospitalizar a tres policías municipales y un bebé
El incendio provocado que destruyó en la madrugada de ayer la ferretería propiedad del portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Barañain, José Antonio Mendive Rodríguez, comenzó sobre las 4.30. Uno o varios desconocidos rompieron el escaparate y vertieron en su interior abundante líquido inflamable. Tras prenderle fuego, abandonaron un bidón junto al local, según el relato de los hechos que hizo en el lugar el delegado del Gobierno, Vicente Ripa.
Las llamas se propagaron con celeridad por la presencia de pinturas y disolventes. Afortunadamente, no alcanzaron un almacén interior en el que se almacenan bombonas de cámping gas. Las patrullas de la Policía Municipal, la Guardia Civil y los bomberos que acudieron de inmediato al lugar desalojaron a 56 familias que residen en el inmueble, de 11 plantas. El incendio quedó extinguido una hora después. Todos los vecinos pudieron regresar a sus casas, salvo las cuatro familias que residen en la primera planta.
Tres policías municipales y un bebé de 10 meses resultaron afectados por inhalación de humo. En un primer momento, uno de los agentes y el bebé fueron trasladados al Hospital de Navarra. Los otros dos policías acudieron luego por sus medios al mismo hospital al sufrir síntomas leves de ahogamiento. Los tres agentes fueron dados de alta, mientras el bebé permanecía ayer en observación. Su pronóstico es menos grave.
El portavoz de UPN en este ayuntamiento, de 22.000 habitantes, colindante con Pamplona, ya había sufrido el acoso de los grupos proetarras, que rompieron en una ocasión los cristales de su establecimiento, le colocaron una falsa bomba y le amenazaron varias veces.
Mendive, de 41 años, casado y con dos hijos, acudió a la ferretería sobre las 5.30, alertado por la policía. "Cuando llegué ya estaba todo destrozado". En la ferretería trabaja cinco familiares. "Han destrozado el trabajo de una familia trabajadora, labrado a lo largo de 23 años. Nos han dejado en la indigencia", se lamentó, al tiempo que dudó sobre la posibilidad de reabrir el negocio: "Todo ha quedado inservible".
Además de la ferretería, el incendio dañó un comercio anexo de lencería y tres vehículos. Los vecinos se mostraban indignados en la mañana de ayer. "Nadie se esperaba una cosa así y menos ahora. Hemos pasado una noche horrible", subrayaba una mujer.
El alcalde de Barañain, el socialista Iosu Senosiain, expresó en el lugar de los hechos la "radical condena" del consistorio, materializada horas después en un comunicado de su Junta de Portavoces. El texto deplora "este atentado de clara connotación política".
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