Lanzados
Desde su fundación, hace 10 años, la Real Filharmonía de Galicia ha crecido de manera espectacular. Y que la elección como titular de Antoni Ros Marbà, sustituyendo a Helmut Rilling, fue una decisión impecable lo corrobora el estado actual de la formación gallega, que es, ni más ni menos, una orquesta magnífica. Lo demostró el viernes con un sonido brillante, redondo, bien coloreado. Su tamaño, además, obliga a que cada atril dé el máximo, se sienta solista, y sus miembros responden con atención y limpieza admirables. Tiene a su mando a un maestro de verdad, al que se le nota feliz casi como nunca. Ese formato medio permite que obras como la Segunda Sinfonía de Beethoven, que cerraba el programa, suenen especialmente bien. Ros Marbà planteó la página con energía en los tiempos extremos, resolvió con elegancia el larghetto e hizo un scherzo bien pimpante.
Real Filharmonía de Galicia
Antoni Ros Marbà, director. María Bayo, soprano. Obras de Esplá, Montsalvatge y Beethoven. Auditorio Nacional. Madrid, 21 de abril. Ciclo de la Politécnica.
La primera parte se dedicó a dos hermosos ciclos de canciones españolas. Las playeras de Esplá y las Negras de Montsalvatge. Las del alicantino se escuchan hoy muy poco y fue un placer revisitarlas. Las del catalán son, simplemente, una obra maestra. María Bayo cantó espléndidamente, con una madurez expresiva que le hace dar a cada página su carácter exacto. Y Ros-Marbà le acompañó con un cuidado exquisito, atendiendo escrupulosamente a cada matiz. Bayo y Ros-Marbà regalaron una canción de Toldrá orquestada por el propio director y dos de las piezas del Tríptico de García Leoz. Al final de la sesión, una sensacional obertura de Don Giovanni de Mozart. Lo dicho: esta orquesta está lanzada.
Babelia
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