Lo cierto y lo verosímil
Primo Carnera obtuvo el título de campeón del mundo de los pesos pesados el 29 de junio de 1933. Mussolini celebró el triunfo señalando que la Italia fascista estaba orgullosa de que un camisa negra fuera el nuevo campeón. Un año más tarde, el "gigante bueno", como le llamaban sus compatriotas, perdería el título frente a Max Baer, un púgil despiadado al que le achacaban la muerte de dos de sus contrincantes. Baer llevaba una estrella de David cosida en sus calzones de boxeador. Al año siguiente, Baer no pudo revalidar su victoria, pues perdió de manera inesperada frente a un boxeador que muchos consideraban acabado, Jim Braddock (Cinderella Man).
Philippe Fusaro (1971), que
EL COLOSO DE BARRO
Philippe Fusaro
Traducción de Cristina Zelich
Tropismos. Salamanca, 2005
167 páginas. 14 euros
vive en Estrasburgo, pero es originario de Forbach en Lorena, ha construido en El coloso de barro una historia sencilla sobre el éxito, el desamparo y las alegrías fugaces de un boxeador. Lo ha hecho acercándose a uno de sus representantes más singulares, el gigante Primo Carnera, quien en los años treinta del siglo pasado y con sus más de dos metros de altura y 122 kilos de peso, exhibió su mole y la dureza de sus puños por los cuadriláteros. Todo esto Fusaro lo cuenta a la manera de un reportaje donde el narrador sitúa el escenario y advierte de los antecedentes del protagonista, mientras otras voces, entre las que se incluye la de Carnera, hablan directamente al lector describiendo encuentros, momentos y situaciones en las que intervino el boxeador.
Fusaro certifica con datos y fechas la realidad profesional y los puntos básicos de una vida cierta, y es la ficción la que proporciona la verosimilitud a la persona que fue Carnera, un hombre que asiste a un carnaval perplejo y asombrado de presidir el desfile. Además, en este libro el autor introduce la melancolía por el lugar de donde uno se ausenta. Así, Carnera será un muchacho sencillo, un desconocido, vencedor, vencido, humillado, idolatrado, actor, hombre querido por sus amigos, pero siempre alguien que desea regresar a Sequals, en Friuli (Italia), el lugar de su nacimiento. Fusaro cuenta con convicción, de tal modo que esta lectora se fue dejando seducir por una novela, que no una biografía, en la que todo es verdad pero todo puede ser falso, y que con sobriedad casi puritana crece en matices y rescata luces a las sombras. Primo Carnera en su último combate, el que mantuvo con la muerte, aguantó bastantes rounds, los suficientes para llegar al 29 de junio, fecha en la que murió. Era 1967 y se cumplían 34 años desde que obtuvo el título de campeón del mundo. En el cortejo fúnebre todo Sequals estaba presente. Su muerte es un hecho cierto, que la gente sencilla de la tierra que quiso le acompañara para darle el último adiós, resulta verosímil.
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