El edil del PP del 'caso Sanlúcar' dice que el intento de soborno le humilló
La acusación recuerda que el concejal tardó dos días en denunciar
El ex concejal del PP Manuel Ramírez, conocido como Cunete, que en 1999 denunció haber sido tentado con un soborno a cambio de ausentarse en la moción de censura que iba a arrebatarle la alcaldía al PSOE en el Ayuntamiento de Sanlúcar (Cádiz), declaró aye que sintió "una humillación enorme". La acusación y la defensa de otros imputados le recordaron ayer que tardó dos días en denunciar los hechos ante el juzgado.
Ramírez insistió en su versión de que fue el entonces secretario de organización del PSOE sanluqueño, Rafael García Raposo, quien contactó con él: "Me dijo que la moción de censura no llevaba a ningún sitio, que yo no pintaba nada en mi partido, que no podía dejar pasar este tren". Le ofreció en primer lugar 240.000 euros y una vivienda. "Entonces vivía con mis suegros", recordó. Después, la oferta se quedó en 300.000 euros y un contrato de trabajo en el Ayuntamiento de Chipiona.
Según su versión, el primer ofrecimiento se produjo la noche del jueves 14 de octubre. Pero no fue hasta la tarde del domingo, tras varias reuniones con el supuesto sobornador y después de comunicárselo a sus superiores en el PP, cuando Ramírez acudió al juzgado de Cádiz. Uno de los abogados del resto de imputados le preguntó: "Si alguien le hubiese propuesto robar 25 millones en un banco, ¿cuánto tiempo hubiese tardado en denunciarlo?" A lo que Ramírez respondió. "5,05 segundos".
Aquel domingo acudió al juzgado de Cádiz con algunas pruebas, entre ellas una bolsa "de Telefónica" con 77.500 euros (entonces 12.900.000 pesetas) en metálico . Esa bolsa llegó a estar en casa de Ramírez "debajo de una estufa" y sobre la mesa donde comieron dirigentes del PP antes de acudir por primera vez al juzgado. A pesar de ello, insistió en que nunca llegó a contar la cantidad exacta. El fiscal volvió a interesarse por la procedencia del dinero. Ramírez relató que García Raposo le dijo que una noche no iba a poder dormir porque tenía que hablar con varios empresarios a los que identificó por sus apellidos: Ávila, Barrero, Gómez Villegas, además de la cooperativa Jermi. Ninguno de ellos se sienta en el banquillo de los acusados.
En su declaración, defendió la existencia de una reunión el lunes 19 de octubre en un cámping de Chipiona a la que habrían acudido García Raposo y los ex alcaldes socialistas de Sanlúcar y Chipiona Agustín Cuevas y Luis Mario Aparcero. En ella, siempre según su versión, se le entregaron unos billetes a Lisboa y un contrato de trabajo en blanco con la firma de Aparcero.
Esta versión contrasta con la de los ex alcaldes y García Raposo, que niegan tajantemente la existencia de esa reunión. El letrado de Aparcero, Jesús Rodríguez, aportó ayer la denuncia por escrito que se entregó el lunes 19 en el juzgado de Cádiz con el relato pormenorizado del contenido de la reunión en el cámping. Sin embargo, Ramírez, a sus preguntas, no recordó haber elaborado nunca una denuncia por escrito ni haber hablado con sus superiores en el trayecto de Chipiona al juzgado de Cádiz para que la pudieran redactar, por lo que el abogado apuntó la posibilidad de que esa denuncia hubiese sido elaborada previamente a la celebración del supuesto encuentro en el cámping.
En su declaración, el ex edil del PP volvió a presumir de humildad. "He sido carpintero, comercial, conductor, agricultor, torero y futbolista (...) No tengo estudios pero sí mucha experiencia en la vida". La acusación recordó que, tras la moción de censura, Ramírez fue concejal de varias áreas y, actualmente, es secretario de la actual alcaldesa de Sanlúcar, Laura Seco.
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