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Miles de aspirantes a profesor se preparan para obtener una de las 2.382 plazas de Secundaria

Las academias privadas para ayudar a los opositores han proliferado en los últimos años

La Junta de Andalucía ha cerrado ya el plazo de matriculación para las próximas oposiciones de educación Secundaria, que se celebrarán en junio. Miles de aspirantes a profesor apuran la recta final de su preparación para llegar a la cita en condiciones de obtener una de las 2.382 plazas ofertadas. Cuando el premio es conseguir un trabajo fijo, cualquier ayuda es bienvenida, por lo que en los últimos años han proliferado las academias especializadas en preparar estos exámenes. Por alrededor de 160 euros al mes, ofrecen clases prácticas y el temario actualizado en el que se centrarán las pruebas.

No es fácil preparar los más de 70 temas que como media componen los programas de las oposiciones a los cuerpos de enseñanza Secundaria. Una forma de ahorrar tiempo es acudir a una academia, centros privados a los que acuden semanalmente los futuros opositores para recibir una formación específica e intensiva.

"Aquí lo que hacemos es dirigirles para que les sea verdaderamente rentable el esfuerzo y el tiempo invertido", explica Pilar Martínez, directora de Claustro, una de las academias con más solera de Andalucía, que arrastra una experiencia de 30 años de trabajo en Sevilla y que prepara 25 especialidades tanto de enseñanza Primaria como Secundaria. "En vez de que los estudiantes destinen mucho tiempo a la búsqueda de información para desarrollar los temas, nosotros se los facilitamos, con la garantía de que cada año los temarios se cambian y se actualizan". Una preparación que busca ser continua, y que genere un ambiente adecuado de estudio intensivo.

Martínez reconoce que cuando Claustro comenzó a andar hace tres décadas, entre los estudiantes no se estilaba lo de recurrir a centros de apoyo, "especialmente entre los aspirantes a Secundaria, quienes solían prepararse ellos mismos los temas. De hecho, nosotros comenzamos a trabajar con las oposiciones de este tipo más tarde", afirma la directora, quien destaca que este tipo de centros trabajan docentes en activo que por las tardes prosiguen con esta labor privada.

Las academias reconocen que el número de clientes crece con respecto a años anteriores. Pero en una cifra que es difícil de estimar ya que no facilitan a los medios de comunicación el número de estudiantes en sus listas.

Pruebas prácticas

Durante estas semanas se repiten las sesiones de repaso y refuerzo en la academia Palas Atenea, de Córdoba. Nadie mejor que los alumnos allí concentrados, con cara de cansancio para explicar las razones que les impulsaron a acudir a uno de estos centros. "Yo creo que al final lo más importante son las preparaciones para las pruebas prácticas, las unidades didácticas y las simulaciones orales", comenta Francisco Calzadilla, de 40 años, profesor ya en un centro concertado y alumno de la academia en la rama de Geografía e Historia. Sus compañeros confirman a coro sus apreciaciones.

"Quien no simula en este escenario suspende", recalca el director de este centro privado cordobés, Luis Naranjo. Para la docente las academias permiten a los opositores acceder a un "material elaborado y sistematizado, que sigue una temporalización de entregas con una lógica interna entre los temas científicos, pedagógicos y prácticos. Un sistema que, sobre todo, les permite a los opositores ahorrar tiempo en su preparación".

En cuanto al momento boyante que viven las academias, Naranjo cree que han venido a suplir un "déficit de formación universitaria, algo que está ahí". El profesor recuerda que los actuales programas universitarios no cubren la totalidad de los temarios que se exigen en las oposiciones, sobre todo en cuanto al déficit de formación pedagógica. "Desde que el modelo de exámenes se cambió hace unos 15 años y el aspecto pedagógico de las oposiciones ganó peso, el opositor, se encuentra desamparado, porque, normalmente, no está formado en absoluto en ese tipo de conocimientos. Existe un fuerte déficit en este sentido y el Curso de Capacitación Pedagógica (CAP) no es suficiente en absoluto. Nosotros cubrimos esas lagunas".

Parece que las líneas seguidas por las exigencias universitarias y de la Administración se han separado. "Actualmente lo que buscan las Universidades es formar a excelentes especialistas, mientras que lo que piden las Administraciones es buenos generalistas que sepan algo de todo. Eso es lo que se le pide a un opositor", explica Luis Naranjo.

¿Y cuánto tiempo puede llegar a invertir un opositor en acceder al cuerpo de funcionarios? Pilar Martínez cree que con la constancia exigida por academias como la suya, que aplican sobre sus clientes un ritmo bastante alto, "en un curso académico se puede aprobar". Un problema que destaca Naranjo, en este sentido es que, por su experiencia, ha notado que a menudo los estudiantes de oposiciones entienden ese año como una especie de "Sexto de carrera" y siguen los mismos patrones que tenían en la facultad: "Estudiar poco antes del examen, no tener excesiva constancia... ese es un error que lleva al fracaso. Hace falta una dedicación plena. Hay que olvidarse del ocio, de las fiestas, de todo. Y centrarse en el estudio".

Un curso académico es lo que parece estar dispuesto a invertir Enrique Sánchez, de 27 años, también alumno de Palas Atenea: "No más de 9 meses, porque teniendo en cuenta lo que cuesta...". Según Pilar Martínez, el precio medio de las academias oscila entre los 155 y 165 euros al mes, incluyendo todo el material, las clases y las prácticas. Unos precios que hacen difícil cumplir una de las máximas de Martínez "centrarse única y exclusivamente en las oposiciones". "Yo sigo trabajando en la hostelería, a media jornada, pero es que si no, no me lo puedo pagar", reconoce Enrique Sánchez.

Interinos en capilla

La Junta de Andalucía cifra en 10.141 los profesores interinos de Educación Secundaria. Si quieren seguir trabajando tendrán que volverse a enfrentar a las oposiciones. El tiempo de experiencia en la docencia como interino supone puntos extras que se valorarán en caso de aprobar la oposición, pero superar esta traba puede convertirse en un verdadero problema.

Belén R. es una cordobesa de 30 años que trabaja como interina en la provincia de Cádiz. Antes había pasado cuatro meses en Málaga. Ella vive en carne propia el tener que compatibilizar la preparación de la oposición con un trabajo estresante que consume buena parte de las horas del día. "Las clases, para darlas bien, hay que prepararlas. Y eso exige un tiempo de dedicación importante. Tiempo que ya no dedicas al estudio. Al final es muy estresante, porque la única manera de salir de esta situación es aprobando la oposición. Y en estas condiciones no es fácil"

A todos estos problemas se une, en muchas ocasiones, la movilidad geográfica. Normalmente el interino no está en su casa, tienen que afrontar problemas diarios como la búsqueda de alojamiento, el mantenimiento de la vivienda o compaginar su trabajo con llevar un hogar y cuidar de sus hijos, destaca Teresa Huete, presidenta del sindicato de enseñantes interinos, Sadi.

En el caso de los interinos, los centros de preparación privados pueden ser una ayuda para que preparar los temas, debido al ahorro de tiempo que permiten. "Si te dan una plaza por un curso completo, las academias están bien porque te marcan un ritmo y una constancia. Pero yo creo que es muy difícil seguir ese ritmo de dos temas a la semana como media, con el trabajo diario", comenta esta opositora.

"Las academias no son ilícitas, pero sí moralmente reprochables, porque se aprovechan de una situación de desventaja, sobre todo con los interinos, que no tienen el tiempo ni las condiciones para prepararse unas oposiciones", explica José Luis Ramos, dirigente del sindicato del Sadi. Ramos también critica que "cuando las academias dan sus cifras de aprobados, no informan de qué porcentaje de opositores libres y cuál de interinos conformaban esas listas".

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