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El auto de procesamiento del 11-M

Los terroristas gastaron 54.000 euros en preparar la matanza

Pablo Ximénez de Sandoval

El juez Juan del Olmo destaca en su auto de procesamiento por los atentados del 11 de marzo de 2004 "el escaso coste total de la operación". Descontando el precio de las armas y la documentación falsa de las que disponían los autores de la matanza, el juez considera que los gastos generados por la adquisición de los explosivos (entre 31.875 y 45.000 euros, indica el auto), sumado al alquiler de inmuebles y la compra de teléfonos móviles y tarjetas SIM, la operación costó un mínimo de 54.271 euros. En el atentado murieron 191 personas y hubo más de 1.700 heridos.

El juez suma a esta cantidad los 51.795 euros en metálico acumulados por los miembros del comando islamista (25.135 hallados en Leganés, 19.010 en la casa de Hamid Ahmidan y 7.650 en el domicilio de Jamal Zougam), lo que supone una disponibilidad económica inmediata de unos "105.000 euros para financiar el conjunto de la operación".

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El juez considera también como parte de la financiación las reservas económicas en forma de droga. Las cantidades de hachís y pastillas de MDMA halladas en el domicilio de los primos de Jamal Ahmidan, El Chino, tienen un valor estimado entre los 1.353.677 y los 1.537.663 euros.

Por 1.250 euros adquirieron las tarjetas SIM y los teléfonos móviles con los que hicieron las bombas. La mayor parte de los recursos para cometer los atentados procedieron de lo que el juez llama "microfinanciación" por medios ilícitos. Básicamente se refiere al tráfico de drogas y a otros delitos.

Alquiler de Chinchón

El alquiler del piso que los terroristas volaron el 3 de abril en Leganés costaba 600 euros al mes. El comando desembolsó 1.800 euros a principios de marzo en concepto de primer mes, fianza y honorarios de la inmobiliaria.

La casucha de Chinchón donde se prepararon los atentados fue alquilada por un año, por un importe de 2.520 euros, abonados por Jamal Ahmidan, que se gastó también casi 3.000 euros en acondicionamiento y obras de la casa. El juez considera que Ahmidan, muerto en Leganés, "tanto por sus relaciones como por su capacidad decisoria y los recursos económicos a su disposición, directa o indirectamente, se perfila como la figura centra en todo lo relativo a la financiación, planificación y ejecución operativa de los atentados".

La cantidad de explosivo que compraron fue de aproximadamente 210 kilos, con 260 detonadores. El ex minero Emilio Suárez Trashorras recibió a cambio un Toyota Corolla robado y entre 25 y 30 kilos de hachís.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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