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General Motors vende su parte en la japonesa Isuzu por 247 millones

El gigante automovilístico General Motors dio ayer un nuevo paso para desmantelar su imperio internacional, al vender su participación en la japonesa Isuzu por 300 millones de dólares (247 millones de euros). La compañía de Detroit controlaba el 7,9% del capital de su socia nipona, con la que seguirá colaborando. General Motors está sumida en un proceso de reflotamiento para reducir costes y dotarse de efectivo con el que compensar las pérdidas en Estados Unidos.

Es la tercera desinversión que General Motors hace en Asia. La estadounidense ya se salió recientemente de Fuji Heavy Industries, fabricante de Subaru, y de Suzuki, operaciones con las que recaudó unos 2.750 millones de dólares (2.266 millones de euros). Mitsubishi, Itochu y Mizuho Financial se harán con la participación que deja el fabricante automovilístico en Isuzu. General Motors necesita liquidez para poder financiar sus operaciones en Estados Unidos, donde el pasado año cerró las cuentas con 10.600 millones de dólares de pérdidas (8.735 millones de euros).

Para dotarse de fondos, la dirección de Detroit decidió también desprenderse del negocio hipotecario de la filial financiera GMAC, que vendió al fondo Kohlberg Kravis Roberts (KKR) y al banco de inversiones Goldman Sachs por 8.800 millones.

Y hace una semana se desprendió del 51% del capital que le permitía controlar toda la división de servicios financieros GMAC, la más rentable del grupo.

El negocio ha pasado a manos de un consorcio de inversores liderado por la empresa Cerberus Capital, que pagará 14.000 millones de dólares (11.537 millones de euros).

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