Flores y García se disputan el paso a la segunda vuelta de las presidenciales de Perú

La incertidumbre en Perú sobre quién será el candidato que acompañará al ex militar nacionalista Ollanta Humala en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales continuaba anoche. Con el 70% de los votos escrutados, la conservadora Lourdes Flores obtenía una ventaja de menos de un punto sobre el ex presidente Alan García. Mientras la candidata de Unidad Nacional (UN) obtenía un 25,29% de los sufragios, el líder del Partido Aprista Peruano le pisaba los talones con el 24,98%. En Lima se auguraba ayer un largo proceso de impugnaciones una vez conocidos los resultados totales.

Tampoco había un optimismo desatado en el equipo electoral nacionalista de la Unión Por Perú (UPP). Humala alcanzaba el 29,29% de los votos, incapaz de superar la barrera psicológica del 30% y aunque se esperaba que el voto rural -más complicado de contabilizar- le fuera favorable, el voto de los emigrantes ha respaldado mayoritariamente a Lourdes Flores, lo que ha supuesto un fuerte varapalo para la UPP, cuyo foco se centra precisamente en los campesinos y trabajadores.

Y aunque en la noche de ayer (hora española) Humala permanecía reunido con sus colaboradores para definir la estrategia con vistas a la segunda vuelta, las primeras palabras del ex teniente coronel ya han indicado el rumbo de su discurso para tratar de captar votos en un reticente electorado. "Necesitamos construir la paz. No quiero odios a las personas que no piensan como nosotros", aseguró el líder de la UPP a los seguidores concentrados a la puerta de su domicilio, quienes no obstante no podían ocultar un deje de decepción. Los gritos de "no hay segunda vuelta" se fueron apagando a medida que el goteo de cifras revelaba que la victoria de Humala era muy ajustada.

Optimismo bursátil

La resistencia de Flores en el recuento de votos para no perder el segundo puesto ante Alan García fue recibida con optimismo en la Bolsa de Lima, que experimentó una subida de más de cinco puntos. Las encuestas señalan que, en caso de pasar a la segunda vuelta, la candidata conservadora obtendría un amplio respaldo frente al ex teniente coronel y tiene muchas posibilidades de convertirse en la primera mujer presidenta de Perú. "Hace cinco años, y sin esperar los resultados oficiales, reconocí la victoria de García. Espero ahora que tenga la grandeza de reconocer los resultados de la primera vuelta", subrayó Flores apoyándose en los sondeos, pero no en los resultados oficiales.

El ex presidente no se dio por aludido y ayer aseguró que el voto rural le dará una ventaja final de un punto sobre la conservadora y que, por tanto, el PAP ya está en la segunda vuelta. Acto seguido, García dirigió sus ataques a quien ya considera su rival y pidió a los ciudadanos que no permitan la llegada al poder de un modelo autoritario de Gobierno como el que, en su opinión, representa Humala. "Quien siembra vientos recoge tempestades", añadió, en referencia al momento en que el ex militar y su mujer fueron retenidos por un grupo de personas en el colegio electoral donde votaban.

La fecha de la celebración de la segunda vuelta está en el aire, ya que aunque la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) quiere convocar dicha elección para la última semana de mayo o primera de junio, la ley establece que debe celebrarse 60 días después de que se proclamen los resultados y se resuelvan todas las posibles impugnaciones, cosa que en las actuales circunstancias no parece que vaya a ocurrir rápidamente.

Los estrategas políticos de todas las formaciones trabajan contrarreloj para corregir los fallos de la primera vuelta y, en el caso de Flores, su partido reconoció ayer que piensa cambiar de estrategia con vistas a la confrontación decisiva con Humala. Flores partía como favorita en los sondeos realizados hace algunos meses y al final no sólo ha perdido el primer puesto, sino que ha tenido que pelear denodadamente por no quedar fuera de la carrera presidencial.

El principal daño se lo ha causado Alan García quien, buen conocedor de los resortes de la opinión pública, ha fustigado sin pausa a Flores por las relaciones de ésta con la clase alta peruana y colgándole el apodo de "candidata de los ricos". De hecho, en las dos últimas semanas el ex presidente aprista mostraba un ascenso ininterrumpido en las preferencias de voto.

A pesar de la práctica ausencia de incidentes graves -a excepción de la encerrona a Humala-, la jornada estuvo plagada de importantes irregularidades protagonizadas desde primera hora de la mañana por los mismos candidatos, con teóricas declaraciones intrascendentes que terminaban convirtiéndose en abiertas llamadas al voto. No se abstuvo de ello ni siquiera el presidente de la República, Alejandro Toledo, quien tras depositar su voto exhortó a los ciudadanos a "pensar en sus hijos y no destruir lo construido", un claro mensaje contra Humala.

No hay que olvidar que el dirigente nacionalista es uno de los mayores críticos de Toledo, aunque no tanto como algunos miembros de su familia, que han propuesto directamente el fusilamiento del mandatario. La organización Transparencia -el observatorio electoral que entre otras cosas se encarga del primer recuento rápido de votos y que el domingo se declaró incapaz de saber quién había quedado segundo- acusó a Humala de violar la ley electoral por reclamar el voto con las urnas abiertas. Por su parte los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) señalaron en sus informes que los disturbios registrados cuando Humala fue a votar estuvieron organizados por militantes de Unidad Nacional, de la conservadora Lourdes Flores.

La igualdad en los resultados también se ha trasladado al Congreso, donde la formación de Humala ha irrumpido con fuerza y marcha empatada con el PAP de Alan García. A poca distancia se sitúan los conservadores de Unidad Nacional, mientras la Alianza por el Futuro, el partido del ex presidente Fujimori, se configura como la cuarta fuerza en una Cámara donde, por primera vez, ha sido necesario obtener al menos el 4% de los votos para tener representación. Los resultados muestran que cualquiera de los candidatos que finalmente acceda a la presidencia de la República estará en clara minoría frente al Congreso.