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Mittal desoye a los Gobiernos europeos y presenta la OPA sobre Arcelor

El grupo indio cuenta con respaldos en la UE por su apoyo a la reconversión en el Este

Andreu Missé

El grupo indio Mittal Steel, el líder siderúrgico mundial, notificó a la Comisión Europea el pasado 7 de abril la OPA (oferta pública de adquisición) hostil sobre Arcelor, el mayor grupo siderúrgico europeo. La Comisión dispone de 25 días laborables para autorizar la operación. El portavoz de Competencia, Jonathan Todd, precisó ayer que este plazo podría ampliarse si se "apreciaba un posible riesgo para competencia como resultado de la concentración". En este último supuesto, si la operación requiere un análisis más profundo, el plazo es de cuatro meses.

El empresario indio, Lakshmi Mittal, ha hecho caso omiso a las manifestaciones contrarias a la operación efectuadas por parte de los representantes de los Gobiernos de Francia, Bélgica, Luxemburgo y España, y de los sindicatos. La OPA sobre Arcelor fue lanzada el pasado 27 de enero por un valor total de 18.600 millones de euros. La oferta estaba condicionada a la aceptación del 50% del capital. Mittal ofreció pagar cuatro acciones propias y 35,25 euros en metálico por cada cinco títulos de Arcelor (75% en papel).

Esto significa valorar la acción de Arcelor en 28,21 euros. Ayer la cotización de Arcelor cerró a 33,15% en la Bolsa de Madrid. En París cerró algo por encima de los 33 euros.

Arcelor se constituyó en 2002 como resultado de la fusión de Aceralia (España), Usinor (Francia) y Arbed (Luxemburgo) y emplea en total a 94.000 trabajadores, la mayor parte en la Unión Europea. El Gobierno de Luxemburgo, con el 6% del capital, es el accionista más relevante del grupo. Fue precisamente este Ejecutivo uno de los más beligerantes contra de la operación, aunque también el francés y el español expresaron su rechazo.

La operación cuenta con la simpatía de algunos comisarios, especialmente de los procedentes de los nuevos países de la ampliación, por el apoyo prestado por Mittal durante los procesos de reconversión industrial en los países del Este. Mittal adquirió viejas instalaciones industriales en varios países de la antigua Europa del Este, facilitando así los procesos de reconversión y modernización de las viejas factorías de aquellos países. En medios de la Comisión causó cierta decepción la falta de colaboración de Arcelor en aquel proceso.

A pesar de que la operación lanzada por Mittal, con sede social en Rotterdam (Holanda), supone una importante concentración de producción del acero en la Unión Europea, la comisaría de Competencia, Neelie Kroes, ha manifestado que en su análisis sólo tendrá en cuenta los aspectos de competencia. Las operaciones de concentración en las que las empresas afectadas superan en conjunto los 5.000 millones de euros de facturación y al menos dos de ellas los 250 millones, deben ser analizadas por la Comisión.

Fuentes conocedoras del sector siderúrgico europeo señalan que Arcelor cuenta con instalaciones más modernas y una gama de productos más avanzados tecnológicamente que Mittal, por lo que las actividades de ambos grupos se complementan más que se solapan.

Simpatías de la Comisión

Por estas razones en medios próximos a los reguladores indican que es muy probable que la Comisión Europea dé luz verde a la fusión. Por otra parte, la fusión de Mittal y Arcelor situaría al nuevo grupo resultante con un volumen de actividad que triplicaría el de sus inmediatos competidores, los japoneses, Nipón Steel y JFE y el coreano POSCO.

A pesar de las reiteradas promesas y compromisos del fundador del grupo, Lakshmi Mittal, de que "no habrá despidos como resultados de la fusión", los sindicatos mantienen una abierta oposición a la fusión por temor a que efectivamente se produzcan pérdidas de puestos de trabajo.

Los sindicatos de seis países en los que está presente Arcelor (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia y Luxemburgo) han realizado varias reuniones en el marco de la Federación Europea de Metalúrgicos para coordinar sus políticas y elaborar una estrategia de defensa de los puestos de trabajo.

Para defenderse del ataque del Mittal, la dirección de Arcelor ha prometido recientemente a sus accionistas un premio en metálico superior si no vendían sus acciones. El dividendo de este año (1,20 euros) aumenta a 1,85 y, si la OPA del grupo indio no prospera, el presidente de Arcelor, Guy Dollé, está dispuesto a compensar a los accionistas con otros 5.000 millones de euros. En total, Arcelor está dispuesta a abonar a sus accionistas 9,62 euros por acción -frente a los 7,05 que ofrece Mittal como pago en metálico- hasta alcanzar más de 6.000 millones de euros.

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