La reforma de la Gran Via estará acabada a final de año

Después de casi tres años de obras, la reforma de la Gran Via de Barcelona concluirá a final de año, según el compromiso que ayer adquirieron el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Sólo la instalación de 2.000 pantallas acústicas para apagar el ruido del tráfico podría prolongarse más allá de 2006. El proyecto incluye la semicobertura de la Gran Via, que acogerá tres paradas del tranvía y un aparcamiento de 650 plazas, y la urbanización de la superficie

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, realizaron ayer una exhaustiva visita a las obras de la Gran Via. Juntos observaron la única pantalla acústica que hasta la fecha se ha instalado. Se trata de una enorme estructura vertical, de color blanco con rectángulos de colores.

El primer teniente de alcalde, Xavier Casas, reconoció que la instalación de las 2.000 pantallas va "con cierto retraso" respecto al resto de las obras previstas. El objetivo de estas pantallas es reducir la contaminación acústica de la carretera C-31, una vieja reclamación de los vecinos del distrito de Sant Martí que viven en los edificios colindantes.

La principal intervención efectuada hasta ahora ha sido la construcción de un voladizo sobre la Gran Via y en paralelo a las pantallas acústicas. En cada uno de los lados discurren dos carriles que sustituyen, de hecho, los carriles laterales, con la diferencia de que ahora están más lejos de los bloques de pisos.

La prolongación del tranvía del Besòs entrará en funcionamiento entre septiembre y octubre. Como discurrirá semisoterrado y no sufrirá los obstáculos del tráfico de coches, el Trambesòs alcanzará en este tramo una velocidad inusual de 60 kilómetros.