La Eurocámara acepta un aumento del presupuesto de la UE menor del que exigía

El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea alcanzaron ayer un acuerdo sobre el marco presupuestario de la UE para 2007-2013, que sitúa el gasto total para el septenio en 864.400 millones de euros, 2.000 millones más que lo acordado por el Consejo el pasado diciembre. La exigua ganancia contrasta fuertemente con los 12.000 millones más que pretendía alcanzar el Parlamento hace sólo dos semanas, y está muy lejos de las propuestas iniciales de la Comisión y del Parlamento, que ascendían a 994.300 y 974.800 millones de euros, respectivamente.

El acuerdo no ha podido compensar los recortes aplicados en 2005, que afectan precisamente a las políticas destinadas a estimular la competitividad y el crecimiento, que sufrieron una reducción de 47.600 millones de euros. El pacto debe ser ratificado por el Parlamento y el Consejo.

Para hacer más digerible la píldora, la presidencia austriaca en nombre del Consejo aceptó poner a disposición de la Unión otros 2.000 millones de euros más, fuera del marco presupuestario, a cambio de ahorrar 500 millones de gastos administrativos y externalizar los gastos de emergencia que serán aportados por los Estados miembros en función de las necesidades.

Por este motivo, el presidente del Parlamento, Josep Borrell, afirmó que la negociación de la Eurocámara había significado "un aumento de 4.000 millones de dinero fresco". Borrell precisó que "los recursos adicionales que aporta el acuerdo permiten salvar ciertos programas de especial significado europeo, como los dedicados a la juventud, innovación y pequeñas y medianas empresas".

El presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, dejó muy clara la importancia de alcanzar un acuerdo dadas las horas bajas por las que atraviesa la UE tras el no a la Constitución en Francia y Holanda. "Pensemos", dijo Barroso, "cuál sería hoy el ambiente en la UE si no hubiéramos logrado un acuerdo".

El canciller austriaco y presidente de turno de la UE, Wolf-gang Schüssel, prefirió centrarse sólo en los aspectos positivos: "Se ha conseguido preservar la imagen de Europa", señaló. Para optimizar los resultados, Schüssel comparó los resultados no con las previsiones iniciales sino con el gasto del periodo de hace siete años (2000-2006). En este sentido, el canciller destacó que "las inversiones en redes transeuropeas aumentaban el doble; los gastos destinados a educación y formación, el 50%; los recursos a investigación y desarrollo, un 75%, y los fondos para ayuda exterior, hasta 250 millones".

Como aspecto claramente positivo hay que destacar el aumento en 800 millones de euros de los programas Erasmus y Leonardo, lo que permitirá la "europeización de más de 400.000 estudiantes" a través de su participación en distintos países. Tras los recortes en las negociaciones de 2005, ayer el Parlamento logró recuperar 500 millones para redes europeas; 300 para investigación; 400 para política social; 300 para cohesión y 500 para juventud, cultura y ciudadanía.

Además, y al margen de las perspectivas financieras, se acordó aumentar las reservas del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en 2.500 millones de euros para financiar programas de investigación y desarrollo y a las pequeñas y medianas empresas.

El acuerdo sobre perspectivas financieras contó con el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE), Partido Socialista Europeo (PSE) y grupo liberal (ADLE), y con la oposición de Los Verdes e Izquierda Unitaria Europea.