La ministra dice que los Cercanías son puntuales en un 98,84%

Los trenes de Cercanías son puntuales. Y mucho. En hora punta, la puntualidad alcanza el 98,84% del servicio. Así al menos lo aseguró ayer la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, en respuesta a una pregunta del senador Lluís Aragonés. El altísimo índice de puntualidad tiene mucho mérito porque prestar el servicio es complicado, según relató la propia ministra. Pero tiene que ser así, si no lo fuera, si las quejas de los ciudadanos que llenan las cartas al director o las hojas de reclamaciones o los comentarios de los andenes fueran ciertas, "su mero relato", dijo Magdalena Álvarez, "debería producirnos a todos y especialmente a la responsable del Ministerio de Fomento, una alarma justificada". Desde Renfe, las cifras de alteración del servicio se calculaban, como poco, en el 5%.

Los problemas que hay, sostuvo la ministra de Fomento, se deben a causas coyunturales y cuando pasen la puntualidad será mayor si cabe. Parte de esta coyuntura está relacionada con las obras de la línea de alta velocidad.

La ministra explicó también que se prepara una reforma general de Cercanías que mejorará más aún este servicio, con el apoyo del Departamento de Política Territorial y la Autoridad del Transporte Metropolitano.

Sagrada Familia

En relación con el trazado de la línea de alta velocidad por Barcelona, el Patronato de la Sagrada Familia anunció ayer que encargaba a un gabinete jurídico las alegaciones correspondientes. El Patronato lamentó en un comunicado que las demostraciones hubieran hecho pública su decisión de pasar junto al templo de modo unilateral y reclama la continuidad del diálogo al respecto.

Paralelamente, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, salió ayer en defensa de la decisión de anular la estación en el centro de la ciudad, en paseo de Gràcia, una propuesta defendida, sobre todo, desde el propio Ayuntamiento y que ya no tiene apoyo de nadie.

Clos explicó que la estación de Paseo de Gràcia "obliga a hacer una obra bajo los edificios que es una verdadera catedral subterránea. Esto, que podría ser interesante desde el punto de vista de la movilidad, es un inconveniente desde el punto de vista de la dificultad constructiva y la complejidad de esta obra", dijo.Clos consideró que no construir la estación permite optimizar la capacidad de Sants y Sagrera.

Hace unas semanas, en el Círculo de Economía, el asunto ya provocó la discrepancia entre el comisionado de la alcaldía, Josep Anton Acebillo, que sostuvo que no era necesaria ni conveniente, y el secretario de Movilidad, Manel Nadal, que defendía la construcción. Acebillo adujo entonces que cinco estaciones no eran necesarias y que, además, no había espacio bajo las calles para una estación de ese tipo. Nadal, en cambio, defendía la oportunidad de la misma y la capacidad de los técnicos para encontrar una solución que, al final, no ha llegado.