El PP acusa al PSOE de utilizar la futura gestora para gobernar el pueblo "por la cara" y "vía pucherazo"
La feroz intervención del portavoz popular abrió la espita de las recriminaciones e insinuaciones de todo tipo entre los oradores. Antonio Sanz no esbozó siquiera un preámbulo invocando a la responsabilidad y el consenso, fue directamente al grano. Dijo que sólo su partido está exento de los errores que han propiciado el alarmante estado de Marbella, acusó a los socialistas de ser aliados históricos del GIL y de su fundador, Jesús Gil, a quien supuestamente alentaron para que quitara votos al PP; y atribuyó al Gobierno la intención de crear una gestora para gobernar "vía pucherazo" el Ayuntamiento, en lo que definió como "una apropiación política indebida".
La tesis de Sanz -que es la que ha mantenido su presidente regional, Javier Arenas- es que la Junta no quiere convocar elecciones anticipadas en Marbella porque sabe que va a ganar el PP e intenta "un año de control del pueblo por la cara", a través de la gestora, de manera que le dé tiempo y réditos electorales a la hora de ir a las urnas en 2007.
Con la fórmula de encadenar preguntas retóricas, el portavoz popular afirmó que la relación del GIL con la Junta ha sido siempre sospechosa, que tiene mucho que ocultar, que se ha pasado 14 años mirando para otro lado e, incluso, que el consejero Gaspar Zarrías tenía una relación especial con Jesús Gil por ser del Atlético de Madrid [el club del que fallecido alcalde era presidente].
El aludido dedicó poco tiempo de sus turnos a rebatir a Sanz, aunque sí señaló: "Lo suyo no tiene arreglo, le han dado el papel, y aquí viene con la mentira, la necedad y el grito. Usted lo que hace es el caldo gordo a los mafiosos y los corruptos". Zarrías recordó que el PP no ha puesto ni una sola denuncia en Marbella mientras la Junta lo ha hecho en 400 ocasiones y que el PP, además de tener entre sus filas a 32 de los 93 cargos que el GIL obtuvo en 1999, gobernó con él en la Diputación de Málaga. "A mí ustedes me han puesto 15 querellas, al GIL ni una". El portavoz socialista, Manuel Gracia, también respondió a Sanz y aventuró que el PP, en el caso de que la Junta hubiera decidido la disolución durante los mandatos de José María Aznar, "lo habrían impugnado". Gracia emplazó a los populares a transmitir confianza en lugar de alarma.
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