Can Ricart conservará la mayor parte de las naves industriales

El futuro de Can Ricart sigue siendo objeto de controversia. El Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer su propuesta definitiva para el recinto industrial del Poblenou, que amplía hasta el 67% la superficie protegida y prevé la instalación de diversos equipamientos. Los vecinos rechazaron el proyecto por "insuficiente" minutos antes de que, al mediodía, un incendio quemase parcialmente dos naves de Can Ricart.

Poco después de la presentación del proyecto se declaró un incendio en la colonia

La nueva y definitiva propuesta del Ayuntamiento plantea mantener en pie la práctica totalidad (98%) de las edificaciones originales, construidas en la segunda mitad del siglo XIX. El consistorio también cree conveniente preservar parte de las ampliaciones que se hicieron posteriormente, debido a su valor arquitectónico y patrimonial. En total, de la superficie erigida hasta 1930, se salvará el 67%, lo que se traduce en cerca de 12.000 metros cuadrados. De lo más reciente, que carece de interés histórico, no se conservará nada.

La Administración amplía así con creces la propuesta inicial, que planteaba mantener en pie sólo algunos elementos representativos, como la torre del reloj o la chimenea. En una conferencia de prensa conjunta, los tres tenientes de alcalde del Ayuntamiento (Xavier Casas, Jordi Portabella e Imma Mayol) se mostraron satisfechos por el proyecto y aseguraron que incorpora buena parte de las reivindicaciones de los vecinos de Poblenou. Éstos, no obstante, se apresuraron a rechazarlo. "No responde a nuestras expectativas", explicó el portavoz de la plataforma Salvem Can Ricart, Manel Andreu.

Con la propuesta, cuya aprobación inicial se producirá en los próximos días, la superficie destinada a equipamientos se multiplica por tres hasta alcanzar los 9.300 metros cuadrados. De éstos, casi la mitad se destinarán a la Casa de las Lenguas, un proyecto de la Generalitat que pretende divulgar la riqueza lingüística del planeta. La Casa de las Lenguas ocupará las naves industriales de mayores dimensiones del recinto y acogerá Voces, una de las exposiciones del Fórum de las Culturas.

El edificio hangar, que acoge a diversos artistas, se conserva y se amplía. Otras dos naves industriales antiguas, las que dan a la entrada del recinto (calle de Marroc), se reservarán para equipamientos de barrio, cuyo uso aún no se ha concretado. Para hacerse con estos espacios, el Ayuntamiento ha tenido que redistribuir la edificabilidad a la que tienen derecho los propietarios. Por eso, uno de los edificios, justo al lado de los equipamientos de proximidad, tendrá 12 pisos de altura.

Este plan de usos tampoco satisface a los vecinos de Poblenou, que habían elaborado una propuesta más ambiciosa: "No hay muchas cosas de las que queríamos: ni la guardería, ni el museo del trabajo, ni el centro de acogida para menores, ni el espacio polivalente", criticó Andreu. El primer teniente de alcalde, el socialista Xavier Casas, señaló que hay posibilidades de que el Ayuntamiento emplace el museo del trabajo en una zona cercana a Can Ricart, en el mismo barrio de Poblenou.

Además de equipamientos, el centenario recinto industrial acogerá unos "60 o 70 pisos" de protección oficial, explicó Casas. El resto del techo edificable será para la construcción de viviendas (tres edificios se convertirán previsiblemente en lofts), oficinas y empresas relacionadas con la nueva economía, en sintonía con lo que ocurre en el resto del 22@, el distrito tecnológico de Barcelona. Casas agregó que el impulso a la actividad económica en torno a Can Ricart servirá para crear "no menos de 4.000 nuevos puestos de trabajo".

"El proyecto es satisfactorio; queríamos que el espacio fuese legible fácilmente después de la reforma", juzgó el segundo teniente de alcalde, Jordi Portabella (ERC). En la misma línea, la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol (ICV), añadió: "El nivel de conservación es muy importante; la traza se mantiene y es fácil visualizar el conjunto". Todo lo contrario opinan los vecinos de Poblenou. Más que por la cantidad de superficie que se conserve, se mostraron preocupados porque creen que el proyecto no respeta el aspecto original de la colonia industrial. Y lanzaron una advertencia al Ayuntamiento: "El asunto no está cerrado y no descartamos hacer movilizaciones", dijo Manel Andreu.

Minutos después de que el portavoz y otros miembros de la plataforma concluyeran su conferencia de prensa, hacia las 13.30 horas, se declaró un incendio, sorprendentemente en el recinto industrial de Can Ricart. El fuego, que dos horas más tarde ya estaba bajo control, dañó parcialmente la primera planta y el tejado de dos naves industriales, precisamente las destinadas a albergar la Casa de las Lenguas. El concejal del distrito de Sant Martí, Francesc Narváez, reconoció que es "mucha casualidad" que el incendio haya coincidido con la presentación del proyecto. Pero no quiso ir más allá sobre una presunta intencionalidad en el fuego, cuyas causas deberán ser investigadas por la policía científica.