Información sobre riesgos

Una de las primeras novedades que impuso en Europa la liberalización de los monopolios eléctricos fue la denominada "separación de actividades". Se obligaba mediante ley a hacer empresas distintas, con personalidad jurídica diferente, pero manteniéndose en el mismo grupo empresarial, diferenciando las actividades sometidas a la libre competencia (comercialización y generación) de las que, por ser monopolios naturales, quedaban bajo la regulación tradicional de tarifas (distribución y transporte).

Separada la comercialización de energía de la distribución, una de las ventajas comerciales que han utilizado las empresas integradas en un mismo grupo con los distribuidores ha sido la de no difundir la información que poseían sobre los consumos, perfiles y pautas de sus clientes tradicionales. Cualquier nuevo comercializador que quisiera ofrecer un contrato a un consumidor tenía que conseguir esta información directamente del consumidor. Hay negocios en los que obtener información histórica de los clientes carece de valor para preparar nuevas ofertas. Por ejemplo, en aquellos mercados en los que el consumidor normalmente no replica comportamientos pasados, como en el mercado de la vivienda. Pero hay otros negocios en que este tipo de información es vital.

Todos los comercializadores contarán con información similar sobre las pautas del consumidor

Puesto que uno de los principales valores añadidos de la actividad de comercialización de energía eléctrica es la gestión de riesgos, de precio y de volumen, la información es indispensable para ofertar servicios. Igual que los seguros discriminan según la probabilidad de siniestro de cada asegurado y las entidades financieras ponen los tipos de interés también según características y comportamientos de sus clientes, los comercializadores de electricidad tienen que cobrar precios distintos según las pautas de consumo y su capacidad para predecirlas de cada cliente. Si se desconoce la relación entre los consumos a unas horas y otras, es imposible gestionar el efecto de las condiciones meteorológicas esperadas o el coste de los combustibles sobre los precios del suministro eléctrico. Para gestionar los riesgos de precio y volumen de la comercialización de electricidad y hacer una oferta, la información sobre el comportamiento histórico de los consumidores a quienes se dirige la oferta es fundamental.

De aquí la necesidad de un apoyo público y regulado a una agencia encargada de difundir la información que obra en poder de los distribuidores regulados. Así, todos los comercializadores podrán contar con una información similar sobre las pautas de cada consumidor.

Una agencia de switching puede desarrollar además las siguientes funciones:

1. Suministrar información pública sobre las condiciones de contratación para facilitar los costes de transición de unos comercializadores a otros.

2. Divulgación de contratos tipo para el suministro y para el acceso a las redes que son monopolio natural.

3. Tramitación de reclamaciones en contra de los distribuidores tradicionales por posible trato discriminatorio.

En mi opinión, la falta hasta ahora de una agencia de este tipo ha sido un problema en España. En las prácticas habituales de los distribuidores y en el suministro de información, es muy probable que se haya discriminado a favor de los comercializadores propios. Los cambios de clientes de unos comercializadores a otros en estos últimos años han sido muy pocos en términos relativos. La mayor parte de los cambios se han producido entre contratos regulados a tarifa y contratos libres de mercado, pero sin cambiar de grupo empresarial. Las mayores dificultades de los nuevos comercializadores no se refieren a la ausencia de esta agencia de switching. La existencia de unas tarifas reguladas cuyo valor está por debajo de los precios del mercado en el que los comercializadores no integrados tienen que adquirir la energía ha constituido una dificultad aún mayor. Mientras que el proyecto de ley de adaptación de las directivas de gas y electricidad, recientemente aprobado por el Gobierno, ha solucionado lo primero, lo segundo está aún pendiente.

Miguel Ángel Lasheras es presidente de Intermoney Energía.