Los estudiantes mantienen la presión sobre el Gobierno
Los estudiantes universitarios y de secundaria mantuvieron ayer su presión sobre el Gobierno francés y el jefe del Estado, Jacques Chirac, para que retiren el contrato que precariza el trabajo de los jóvenes menores de 26 años. Los cortes de carreteras y de los accesos a las grandes ciudades francesas, las ocupaciones de las vías en las estaciones ferroviarias y todo tipo de acciones destinadas a mostrar que siguen movilizados fueron la norma ayer en todo el país.
La iniciativa más espectacular, sin embargo, fue la que lanzaron a media mañana convocando a concentraciones en las principales ciudades media hora antes de que el presidente de la república, Jacques Chirac, pronunciara su alocución radiotelevisada.
Los sindicatos de enseñanza media FIDL y UNL, en un comunicado, llamaron "al conjunto de los estudiantes de institutos de Francia y a la sociedad a concentrarse en las principales plazas de las grandes ciudades a las 19.30 horas" para expresar el desacuerdo "sobre la puesta en marcha del CPE [Contrato de Primer Empleo]". La UNEF, el principal sindicato universitario, y las coordinadoras de estudiantes regionales también se sumaron a la llamada.
En París, el lugar de encuentro fue la plaza de la Bastilla, donde horas antes de la cita convenida ya se habían ido reuniendo cientos de jóvenes ante la vigilancia expectante de los agentes antidisturbios. Los estudiantes abuchearon sonoramente la intervención de Jacques Chirac en la televisión, pero a diferencia de jornadas anteriores, ayer no se registraron incidentes violentos. Según informó el Ministerio de Educación, 57 universidades, de un total de 84, y más del 10% de los institutos estaban bloqueados.
Atascos kilométricos
Los atascos estuvieron de nuevo a la orden del día. En las localidades de Orly y Etampes y en el departamento de Essone, en los alrededores de la capital francesa, las colas provocadas por los cortes de carreteras superaron los diez kilómetros.
En el centro de la ciudad de Vesoul, un centenar de estudiantes de instituto cortó la carretera nacional que une Belfort con París y provocó un colapso circulatorio que obligó a los agentes de tráfico a establecer un desvío.
Los jóvenes recurrieron a todo tipo de acciones. En Montpellier, optaron por inundar el palacio del Elíseo con miles de supuestas cartas de despido destinadas al presidente Chirac por "falta grave", porque "ya no cumple las expectativas de su contrato" y es un "peligro para el orden público".
El ministro de Educación, Gilles de Robien, recibió cartas similares. En la localidad de Sarran, en Correze, feudo histórico de Chirac, los jóvenes ocuparon el museo dedicado al actual jefe del Estado.
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