Los jóvenes desencantados votaron por los jubilados

Nadie daba un duro por ellos y han sido la sensación. Los pensionistas han entrado inesperadamente en el Parlamento israelí. Sus siete diputados -la Kneset tiene 120- posiblemente les abran las puertas del Gabinete. Una hazaña para los defensores de los derechos de los mayores, cuyo objetivo original era modesto: que alguno de los partidos importantes acogiera en sus listas a uno de sus activistas. Los grandes les dieron la espalda. Y así crearon una pequeña formación, Gil (edad, en hebreo), el Partido de los Pensionistas, que en parte debe su éxito al voto de protesta de muchos jóvenes desencantados.
El grupo ofreció a Rafi Eitan, de 79 años y amigo de Ariel Sharon, ser cabeza de lista. Eitan participó desde la cúpula del servicio secreto en el secuestro del nazi Adolf Eichmann en 1960 en Argentina y es un próspero hombre de negocios. "Les han votado pensionistas que sufren el recorte presupuestario, personas que no confían en Amir Peretz [líder del Partido Laborista] y muchos jóvenes que sentían que no tenían a quién votar", explica Eytan Gilboa, profesor de la Universidad de Bar Ilan.
Los mayores vieron que la juventud podría ser un filón. Hicieron campaña en garitos de moda y su eslogan al final de la campaña fue "antes de votar en blanco, hazlo por los pensionistas". Alguna encuesta pronosticó la última semana que quizá se hacían un hueco en la Kneset, un augurio que, según Gilboa, atrajo a muchos que dudaban si merecía la pena votarles.
"Defenderemos, por encima de todo, los intereses de los jubilados", prometió la noche electoral Eitan. Su programa, que no contiene una palabra sobre asuntos esenciales como el conflicto con los palestinos, reclama el aumento de las pensiones y una mejor asistencia socio-sanitaria para los mayores de 65 años, el 10% de los israelíes. Las pensiones -244 euros de media- están entre las más bajas de los países desarrollados.
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