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Fracasa la convocatoria de 10 manifestaciones simultáneas en las calles de Barcelona

Las 10 plataformas de vecinos que ayer celebraron sendas manifestaciones en Barcelona no alcanzaron su principal objetivo: inundar de gente las calles de la ciudad para dar un toque de atención al gobierno municipal, al que acusan de no atender sus reivindicaciones. Las plataformas, entre las que se cuentan los contrarios a la narcosala de Vall d'Hebron y los que se oponen al paso del AVE por el centro, apenas congregaron a 1.500 personas en los distintos barrios. Y con una distribución desigual.

Los vecinos descontentos con el Ayuntamiento de Barcelona trataron de ejercer presión cortando algunas de las arterias circulatorias de la ciudad a partir de las 20.00 horas. El lateral de la Ronda de Dalt a la altura de la Vall d'Hebron permaneció cerrado hora y media. También la avenida de la Meridiana tuvo que cortarse al tráfico en sentido montaña una hora. Los coches tampoco pudieron circular por la calle de Sants ni por la avenida Hospital Militar, en Vallcarca. En ningún caso se registraron inicidentes y la circulación apenas resultó afectada.

Los más veteranos

Como era de prever, los más numerosos fueron los vecinos contrarios al centro de venopunción para toxicómanos de Vall d'Hebron, que llevan más de 40 manifestaciones a sus espaldas. Ayer congregaron a 500 personas. "La participación ciudadana es una farsa; el Ayuntamiento reprime la voz crítica", opinó el portavoz de la plataforma, Antonio Mateo. Los convocantes instaron a los vecinos más exaltados a no cortar esta vez la ronda. Cerca de allí, 30 vecinos del parque de la Amistad también protestaron por otros dos equipamientos previstos en el barrio: un albergue para indigentes y un centro de menores.

En la confluencia de la avenidia de la Meridiana y la calle de Mallorca se reunieron unos 300 vecinos de la plataforma AVE pel Litoral, la gran mayoría de edad avanzada. De allí se dirigieron al lugar donde se construirá la estación de la Sagrera. Protestaron porque temen que el paso del tren de alta velocidad por el Eixample ponga en peligro sus viviendas.

Unos 400 vecinos se congregaron en el paseo de Maragall, en el barrio del Guinardó. A la misma hora, otras dos manifestaciones se concentraron en la avenida del Hospital Militar con la calle Farigola: la de la plataforma vecinal de Vallcarca y la de los Tres Turons. Un centenar de personas detuvieron el tráfico para protestar contra los planes municipales que obligarán a derruir antiguas casas para construir bloques.

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La lista de protestas se completó con otras manifestaciones menos numerosas: 100 vecinos en el Raval (se oponen a la narcosala en el barrio), 50 en la Rambla del Carmel (exigen el retorno de todos los afectados por el socavón) y 50 en la plaza de Sants. Los vecinos de Sants mostraron su rechazo a la construcción del cajón que cubrirá las vías férreas que atraviesan el barrio.

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