Taylor huye de su casa en Nigeria para evitar la extradición
El ex presidente de Liberia Charles Taylor, acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por un tribunal de Sierra Leona, abandonó ayer su residencia de Nigeria y permanece en paradero desconocido, según anunció el presidente de este país, Olusegun Obasanjo. Liberia había pedido el domingo que Nigeria detuviera a Taylor para evitar su fuga, después de que Obasanjo aceptara su extradición. Sierra Leona ha pedido también su detención.
Taylor presidió Liberia desde 1997 hasta su exilio a Nigeria en 2003, como parte de un acuerdo que concluyó con una década de guerra civil. Su asesor espiritual, el evangelista Kilari Arnand Paul, afirmó ayer que está dispuesto a entregarse a la Corte Penal Internacional (CPI), aunque rechaza ser juzgado en Sierra Leona.
La fuga de Taylor supone un problema para el presidente nigeriano, que se encuentra de visita oficial en Estados Unidos y que hoy está previsto que sea recibido por George W. Bush. La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, aseguró que habría "consecuencias" si Taylor no era detenido. La Presidencia de Nigeria señaló en un comunicado que ha ordenado una investigación sobre las circunstancias de la desaparición.
El Tribunal especial para Sierra Leona acusa a Taylor de 17 delitos por su supuesto apoyo a grupos rebeldes considerados responsables de atrocidades como la amputación de manos y piernas a miles de civiles. Taylor prestó este apoyo a cambio de diamantes para financiar a su propia guerrilla en Liberia, también responsable de atrocidades. Los dos conflictos se han cobrado unas 300.000 vidas.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró que la fuga de Taylor era "extremadamente preocupante".
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