Mieras afirma que crear el Consejo de las Artes no supondrá renunciar a la política cultural
La consejera presentó el anteproyecto de ley que regulará el funcionamiento del organismo
La consejera de Cultura de la Generalitat, Caterina Mieras, presentó ayer ante los medios de comunicación las líneas generales del anteproyecto de Ley del Consejo de la Cultura y de las Artes que hoy explicará en el Consell Executiu. Mieras, que prevé que el trámite parlamentario pueda iniciarse a finales de abril o principios de mayo, defendió que la existencia de este consejo, cuyas funciones son básicamente asesoras aunque tendrá poder decisorio respecto al destino de las subvenciones a la creación, "no es una renuncia de la responsabilidad política cultural del Gobierno". En este sentido, insistió en que "todos los gobiernos deben tener su propia política cultural".
"El objetivo es que el consejo encuentre su propio espacio y que éste garantice las grandes líneas estratégicas de la cultura del país", indicó Mieras, que insistió en que este organismo no tiene precedente en Cataluña ni en España, por lo que "la elaboración de la ley no ha sido fácil, tampoco desde el punto de vista jurídico", lo que a su juicio justifica el retraso en su presentación. Se ha partido, indicó, del informe elaborado por Josep Maria Bricall, comisionado del Gobierno de la Generalitat para definir cómo debería ser este consejo, y a grandes líneas sigue sus recomendaciones. "Es un cambio importante en la política cultural, en la que habrá un antes y un después".
De momento se ha elaborado una ley marco muy amplia que Mieras confía en que pueda ser acordada por todos los grupos parlamentarios. El objetivo es que sea lo suficientemente general como para que cada gobierno pueda decidir darle más o menos competencias según sus políticas, a partir de los mínimos establecidos en la ley, y cuyo funcionamiento posterior se concretará mediante un decreto posterior. "Bricall mantuvo muchas reuniones tanto con representantes del sector como de los grupos políticos", indicó Mieras. "De todas formas, ahora se inicia el trámite parlamentario, por lo que, en el mejor de los casos, la ley puede estar aprobada a finales de año". Con todo, el departamento ya ha celebrado algunas reuniones con la Plataforma para un Consejo de las Artes, que solicitó algunas modificaciones, parte de las cuales ya se han incluido en el anteproyecto. Entre ellas destaca el hecho de que los miembros del consejo serán 14 y no 19 como establecía el primer borrador de la ley, ya que se incluían cinco representantes directos del Parlament, con voz pero sin voto. En el informe Bricall, también se habían previsto tres representantes parlamentarios. También se ha otorgado el voto de calidad al presidente del consejo en la comisión que decidirá las ayudas, en la que también habrá representantes del departamento.
Pese a que se había anunciado que la ley del consejo de las artes y la de creación del Instituto de Creación Contemporánea (ICAC) se tramitarían al mismo tiempo, ayer Mieras descartó que esta última sea prioritaria e incluso que llegue a elaborarse. "Las prioridades son el Consejo de las Artes y la ley del cine", señaló Mieras. Tampoco se desecha la posibilidad de que finalmente la Entidad Autónoma de Difusión Cultural, que asume las funciones que debía tener el ICAC, acabe siendo el brazo ejecutivo del Consejo de las Artes ya que su principal función es el apoyo a la nueva creación cultural y artística a través de subvenciones a fondo perdido, que es la única función directa que asumirá el consejo.
Con todo, Mieras no pudo indicar ayer cuál podría ser el presupuesto global para subvenciones que gestionará este consejo ya que, señaló, las líneas de ayuda están divididas en varias áreas y, además, "dependerá de lo que se establezca en el plan estratégico que debe elaborar el departamento con la participación del propio consejo".
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