Ganan los socios

Las elecciones de ayer en tres Estados federados alemanes, Baden-Württemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt, en las que estaban convocados más de 12 millones de votantes, eran la primera gran prueba en las urnas para la coalición entre la Unión Democristiana (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD). Y a la vista de los resultados, puede decirse que la gran coalición que dirigen la democristiana Angela Merkel y su vicecanciller socialdemócrata, Franz Müntefering, ha superado la prueba holgadamente.

Un revés estrepitoso de cualquiera de los dos socios en beneficio del otro habría generado inquietud, tensión y recelos en el partido que se considerara perdedor del acuerdo de gobierno de coalición. La campaña para estas elecciones ha paralizado casi todas las medidas de reforma de la agenda del Gobierno de Berlín. Ahora, una vez superada esta prueba, la coalición debiera mostrar más resolución y realmente afrontar una agenda urgente de medidas, muchas impopulares.

La aplastante victoria democristiana en Baden-Württemberg, donde rozaba la mayoría absoluta, se ve perfectamente equilibrada por el rotundo éxito electoral del SPD, que también podría permitir al presidente Kurt Beck gobernar en solitario. Aunque estos resultados reflejan muchos condicionantes locales, era inevitable que se hicieran extrapolaciones, y es probable que, de no ser porque la CDU ha cosechado en este land el peor resultado de la historia, a Merkel no le habría inquietado demasiado el hecho de que el SPD mantenga y aumente el poder en el único Estado federado en el que lo ostenta actualmente. Por si fuera poco, para reafirmar los intereses comunes de CDU y SPD, los resultados de Sajonia-Anhalt constituyen casi un mandato para reeditar a nivel regional la gran coalición que gobierna en Berlín.

Además del espaldarazo que recibe el Gobierno de Angela Merkel, estas elecciones son un revés para los liberales del FDP, que perderán probablemente su presencia en dos de los cinco Gobiernos regionales, y también para Oskar Lafontaine, que no consigue que su alianza con los ex comunistas del Este penetre en ningún Parlamento del Oeste. Dato preocupante es la caída en la participación electoral, que en el caso de Sajonia-Anhalt alcanza al 44% en un Estado que hace 15 años no conocía las elecciones democráticas.