El Santa Mónica exhibe las visiones urbanas de Arrhenius y Francesc Ruiz

Los reflejos de neones de un quiosco reconstruido a imagen y semejanza de los que se ven en las calles catalanas destellan en la penumbra del claustro del Centro de Arte Santa Mónica (CASM). Se trata de Kiosk Downtown, una instalación de Francesc Ruiz que constituye una de las tres propuestas primaverales del centro junto a las de Lars Arrhenius y Mike Nelson, que podrán visitarse hasta el 4 de junio.

Para su obra, Ruiz ha realizado unos 300 dibujos, que el diseñador gráfico Pedro Mérida ha convertido en portadas de revistas, periódicos, DVD, patatas fritas, chupachups, publicidad y otros artículos habitualmente expuestos en los quioscos. "Es como un delirio escultórico", afirma el danés Jacob Fabricius, comisario de la exposición y nuevo miembro del grupo de curadores del centro, junto a Frederic Montornés y el director, Ferran Barenblit. El visitante, que no puede tocar nada, debe reconstruir las narraciones que vinculan a los personajes de las diferentes portadas a través de diálogos en los típicos bocadillos de cómic. "De hecho, las revistas y demás elementos están colocados como si fueran un gran libro de cómic desplegado", añadió Fabricius.

Otra visión de las historias que se entrecruzan en la ciudad es la que surge de las obras del sueco Lars Arrhenius, dos vídeos y una gran estampa, reunidas bajo el título Urban stories. "A-Z es una obra realizada a partir del mapa de Londres, con 264 círculos en los que se relatan 18 historias interrelacionadas entre sí de diversos personajes, incluido el propio autor", explica Montornés, comisario de esta propuesta. Los dos vídeos reflejan el interés de Arrhenius por la animación digital y el pictograma: The street resume en seis minutos lo que acontece en una calle de Estocolmo a lo largo de 24 horas, mientras que Hábitat es una historia de amor y muerte con toques de humor, que se desarrolla en varios apartamentos del mismo edificio.

Fabricius es comisario también de After Kerouac, una instalación de Mike Nelson que obliga al visitante a recorrer un claustrofóbico pasillo en espiral, siguiendo las huellas de ruedas en las paredes, hasta llegar a una desvencijada puertecilla que da acceso a una habitación repleta de neumáticos. "Es un espacio arquitectónico imposible, que sintetiza las contradicciones entre el sueño americano, las consignas de la generación beat, la dictadura del petróleo y la cultura norteamericana del miedo", explicó Barenblit.

El Espai Consulta acoge Franz West sin Franz West, una selección de vídeos del artista realizada por Veit Loers. Además, el centro ha iniciado, con un cómic de David Bestué y Marc Vives, del proyecto Póster, un manifiesto que se regalará en cada inauguración.