Los bomberos tardan 40 minutos en llegar al incendio en que murió una mujer en Brea
La Comunidad culpa al tráfico del retraso en la llegada de los equipos de extinción
El pasado sábado 18, María de los Ángeles Castro Marín, de 27 años, falleció en el incendio de su chalé en Brea de Tajo (al sureste de la región). Un vecino de una parcela cercana avisó a la Guardia Civil al observar las llamas. El 112 pasó el aviso a los bomberos del parque de Arganda (a unos 50 kilómetros), que tardaron 40 minutos en llegar a la casa en llamas. La Comunidad culpa del retraso al tráfico en la A-3 "por la Operación Salida del puente de San José". Comisiones Obreras exige, por su parte, un nuevo parque de bomberos para cubrir las necesidades de la zona sureste.
La muerte de María de los Ángeles en el incendio de su chalé de Brea de Tajo -uno de los municipios más alejados de la capital-, y el hecho de que los bomberos de Arganda tardarán 40 minutos en acudir al siniestro, ha reabierto la polémica sobre la necesidad de construir una nueva instalación antiincendios en la zona sureste de la región.
El parque de Arganda es el único que cubre a todos los pueblos del eje de la A-3 (autovía de Valencia) y su zona de influencia, hasta el límite con la provincia de Cuenca, a más de 60 kilómetros de Madrid.
La Comunidad ha confirmado que la alerta del incendio de Brea llegó al Centro de Coordinación Operativa de los bomberos (Cecop) "a las 19.54, y que los coches [una autobomba y una autoescala] salieron del parque a las 19.56. Llegaron a su destino en Brea de Tajo a las 20.36", informó un portavoz de la Consejería de Justicia e Interior.
El mismo portavoz justificó, sin embargo, que la tardanza en el trayecto desde Arganda hasta Brea de Tajo, cuyos centros urbanos distan 42 kilómetros, "pudo deberse a la lluvia que caía en esos momentos" y al "colapso que sufría la A-3 por el tráfico de la operación salida del Puente del Día del Padre".
Reclamación municipal
Sin embargo, estas justificaciones de la Comunidad no han convencido al sindicato CC OO, que exige la construcción de un parque más cercano a los pueblos de la esquina sureste de la región. En el verano pasado, una veintena de alcaldes de la zona reclamaron también esta instalación y propusieron que ésta se levantase en Villarejo de Salvanés. Este municipio, incluso, ofreció a la Comunidad una parcela para el futuro parque.
Comisiones Obreras, no obstante, no quiere manifestarse sobre si un nuevo parque en Villarejo habría salvado la vida de la fallecida. "Pero sí es cierto que los efectivos habrían tardado, como mucho, entre 10 y 15 minutos, y no 40", según mantiene Damián Rodríguez, responsable del área de Bomberos en CC OO.
Comisiones Obreras, a través de su delegado Carlos Calle, ha hecho un llamamiento a los alcaldes de la zona para "iniciar movilizaciones y exigir al Gobierno regional la construcción del nuevo parque ya".
Un portavoz de la Comunidad de Madrid aseguró que el Gobierno regional tiene intención de construir el citado parque, "pero hay unos tiempos legales y un procedimiento administrativo que hay que cumplir".
Y añadió: "El proyecto forma parte de un plan plurianual. Este año se ha convocado la redacción del proyecto, en 2007 se construirá el parque y en 2008, en los plazos previstos, se pondrá en servicio".
Además del nuevo parque de bomberos previsto para Villarejo de Salvanés, dentro del plan diseñado por la Dirección General de Protección Ciudadana, se encuentra el de Alcalá de Henares, que ya fue inaugurado en diciembre pasado por la presidenta regional, Esperanza Aguirre. "Además, está prevista la puesta en marcha en breve del nuevo parque de bomberos del municipio de Navacerrada", según fuentes de la consejería.
Justicia e Interior añade que entre los proyectos de la consejería se encuentra un nuevo parque en Parla, que sustituirá al existente, además de instalaciones en Pinto y San Sebastián de los Reyes, a la que se añadirá la Escuela de Bomberos en Colmenar Viejo.
Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer la versión sobre el incendio del alcalde de Brea de Tajo, Rafael Barcala Gómez (PP).
"Si hubieran llegado antes..."
Hallar el chalé en llamas de María de los Ángeles Castro Marín, víctima mortal del incendio de Brea de Tajo, no resultó nada fácil ni para los guardias civiles de Estremera (pueblo cercano) que acudieron a la llamada de alerta de un vecino de la mujer, ni para los bomberos de Arganda del Rey, que se presentaron para extinguir el incendio.
Sólo el relumbrar de las llamas en la noche, pudo señalar el lugar exacto del incendio a los cuerpos de extinción y socorro. La casa siniestrada forma parte de la urbanización El Quejigal, a la que se accede por un camino, ya pasadas las últimas casas de Brea de Tajo.
Allí, en la calle de Las Violetas 26, un pequeño chalé con las paredes pintadas de amarillo y tiznadas de negro muestra el rastro del humo y del fuego que cubrió el salón y el cuarto de baño de la vivienda. Allí pasó María de los Ángeles los últimos momentos de su vida. Los bomberos hallaron su cuerpo inerte en el cuarto de baño, donde se había refugiado. Tenía puesto el pijama.
Tenía 27 años, y no 44 años como en un primer momento informaron los servicios de urgencia. Habría cumplido los 28 el 2 de agosto. Estaba embarazada de seis meses, tenía una hija de tres y estaba separada, aunque en la actualidad convivía con una nueva pareja. Era una de las vecinas que se oponía a la futura cárcel que será construida en el municipio. Decía que sólo iba a traerles problemas.
A pesar de su avanzado embarazo, la mujer recorría todas las noches, incluso a altas horas de la madrugada, los cinco sinuosos kilómetros que separan Brea de Tajo de Estremera, después de echar el cierre a la cafetería El Chaparral que regentaba en esta última localidad desde hacía dos años. Ayer el cierre continuaba echado.
Sus abuelos, Fidel Martínez y María Marín, que viven en Estremera y que cada día recogían a la hija de Ángeles en el colegio, no pueden creer lo sucedido. Entre sollozos, y agarrados a una fotografía de Ángeles y de su hija, afirman: "Señor. Si es que no puede ser. No puede ser".
Una mezcla de sentimientos contradictorios invade a la abuela cuando afirma: "No sé. Ya no hay solución, pero creo que si hubieran llegado los bomberos antes... Esto parece increíble. Todo ha pasado tan rápido...".
Óscar, uno de los amigos de María de los Ángeles, tampoco puede creer lo sucedido. Él y su novia eran amigos de la fallecida y su pareja. Solían cenar juntos algunos fines de semana. "Ya lo creo que la conocíamos. Éramos buenos amigos. Para nosotros tampoco está siendo fácil asimilar este golpe tan brutal".
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