El Depor gana por fin en Riazor y hunde al Málaga
La desesperación bien manejada puede ser un perfecto estimulante para el fútbol, como se pudo constatar anoche en Riazor. Primero lo demostró el Málaga que, hundido en la tabla, luchó por su suerte con valentía y algunos apuntes de clase. Luego, la desesperación azuzó al Depor, que ya se veía con otra derrota en casa después de tres meses sin ganar. Salió a toque de corneta tras el descanso, dio la vuelta al partido y expulsó por fin los malos espíritus de su estadio.
Tan descolgado viaja el Málaga en la cola de la Liga que para él ya no hay mucha diferencia entre un empate y una derrota. En esa situación límite se presentó en A Coruña el equipo de Manolo Hierro y, en la primera parte, respondió del mejor modo posible: actuó a la desesperada, pero administró la ansiedad en las dosis justas. Sus urgencias le obligaron a ser audaz, a jugar con dos puntas y un centro del campo ofensivo, a no pensar ni un segundo en la posibilidad de la especulación. Y, al mismo tiempo, no incurrió en precipitaciones ni buscó atajos incorrectos para su fútbol. En el despliegue a pecho descubierto del Málaga tuvieron el protagonismo que se le exige a sus futbolistas más dotados. Quizás el mejor sea Duda, autor de un gol espléndido: recibió un balón a media altura, al borde del área, y conectó una parábola imposible para Molina. Duda había perdido poco antes una ocasión clamorosa tras un centro magnífico de Manu Sánchez.
DEPORTIVO 2 - MÁLAGA 1
Deportivo: Molina; Héctor, Coloccini, Juanma, Capdevila; Víctor, Sergio (Xisco m. 46), Duscher, Munitis; Rubén (Iago m. 30) y Tristán (Manuel Pablo m. 80).
Málaga: Arnau; Gámez, Alexis, Fernando Sanz, Nacho; Manu (Edgar m. 61), Bovio, Juan Rodríguez, Duda; Couñago (Hidalgo m. 61) y Salva (Morales, m. 87).
Goles: 0-1. M. 35. Duda, de volea desde el borde del área. 1-1. M. 54. Falta que saca Víctor, el balón bota en el área pequeña y entra sin que toque nadie. 2-1. M. 70. Falta que ejecuta Víctor y sorprende a Arnau, adelantado.
Árbitro: Lizondo Cortés. Amonestó a Fernando Sanz, Couñago, Bovio, Juan Rodríguez, Nacho, Héctor, Hidalgo y Salva. Expulsó con roja directa a Juan Rodríguez (m. 95).
Unos 15.000 espectadores en Riazor
La situación ofrecía sus posibilidades al Depor, que se encontraba con un partido más parecido a los que gana fuera que a los que pierde en casa. Esta vez no había en Riazor un rival sin más empeño que obturar el juego -como todos los que se han llevado algún botín de A Coruña en las últimas 14 semanas-, sino un partido abierto, con fases de ida y vuelta. Así y todo, el Depor se vio superado durante la primera fase y no reaccionó de verdad hasta que le alcanzó su propia desesperación. Fue tras el descanso, cuando Caparrós también se lanzó sin paracaídas y situó tres delanteros, dos de ellos, Iago y Xisco, de la cantera. La fórmula aplacó las ínfulas del Málaga, obligado a recular. Para voltear el partido, el Depor tuvo que buscar otros recursos. Llegaron con dos faltas casi gemelas de Víctor, convertidas con cierta colaboración de la defensa y el portero del Málaga, que, tras el empaque que mostró al inicio, acabó sucumbiendo a las circunstancias.
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