Cuatro desvela los secretos de Guantánamo

Cuatro x Cuatro desvela esta noche los entresijos de Guantánamo. En esta nueva edición del espacio informativo (22.00) de Cuatro, el reportero Jon Sistiaga presenta en un impactante reportaje, producido y emitido por la cadena británica Channel 4, las técnicas de interrogatorio que el Ejército de Estados Unidos aplica a los prisioneros retenidos en su base cubana. El trabajo, títulado, Guantánamo recrea los métodos coercitivos usados por los militares norteamericanos y ofrece información muy detallada de las condiciones en las que los internos, alrededor de 500 hombres detenidos tras la invasión de Afganistán, permanecen encarcelados sin haber sido juzgados por un tribunal. "El reportaje intenta mostrar qué es lo que ocurre detrás de las celdas de Guantánamo", explica Sistiaga.

Siete voluntarios acordaron someterse durante 48 horas a una vivencia muy similar a la que padecen los presos. Lo hicieron en un gran almacén de Londres, en el que se reprodujeron con toda exactitud las celdas, las salas de interrogatorio y los equipos de vigilancia. Durante dos días, los voluntarios se expusieron al trato de un equipo de antiguos militares norteamericanos y británicos, ex miembros de fuerzas especiales y expertos en interrogatorios.

Las cámaras siguen su evolución mientras viven como si fueran auténticos internos. La reproducción de las condiciones se ha llevado a cabo, tras una exhaustiva investigación, con documentos desclasificados, relatos de las visitas de miembros de Naciones Unidas y de otras organizaciones y testimonios de ex presos.

"La dureza en el trato y las técnicas de extracción de información que se describen", según Sistiaga, "cuentan con el visto bueno de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa del Gobierno de Estados Unidos". Entre otras, "la obligación de permanecer en posturas forzadas muy dolorosas, la privación del sueño, la exposición a temperaturas extremas y la humillación sexual y religiosa", dice.

Lógicamente, la intensidad del trato que se dispensa a los voluntarios fue inferior al que realmente padecen los prisioneros. A pesar de ello, algunos sólo pudieron resistir la simulación durante unas pocas horas. La Administración norteamericana asegura que son técnicas esenciales en la lucha contra el terrorismo. Los abogados defensores de los derechos humanos afirman que son torturas.