Los seis primeros tramos de la 'Supersur' costarán casi 500 millones
La Diputación de Vizcaya espera que las obras de la nueva autopista comiencen en un año
Los primeros 12 kilómetros de la Supersur, la nueva autopista que pretende ser alternativa a la A-8 para desviar el tráfico de travesía de Bilbao, empezarán a construirse dentro de un año, en la primavera de 2007, según las previsiones de la Diputación de Vizcaya. El Consejo de Gobierno foral aprobó ayer los proyectos provisionales de trazado de seis tramos, presupuestados en 478 millones de euros. De esos 12 kilómetros, 8,5 discurrirán en túnel.
El proyecto viario más caro abordado hasta ahora en Euskadi (1.290 millones de euros para 36 kilómetros) tiene los primeros dibujos de su trazado. Han pasado 18 años desde su primer esbozo -descartado entonces por el elevado coste económico y medioambiental- y cinco desde que se retomó el proyecto como solución para la saturada A-8, después de que las tres autovías construidas en la última década no evitarán los continuos atascos en los accesos a la capital vizcaína.
La Diputación de Vizcaya está enfrascada en la primera fase de la Supersur, la que discurre entre Bilbao y Portugalete, que se pretende culminar para 2011. A partir de 2015, aunque sin fechas definidas, se construirían la segunda fase (Arrigorriaga-Galdakao) y la tercera (Trapagaran-Muskiz).
La aprobación de los primeros proyectos de trazado en el Consejo de Gobierno de ayer ha servido para definir la inversión necesaria en esta primera fase, que superará los 700 millones de euros. Los seis tramos aprobados provisionalmente -la ratificación definitiva, tras las alegaciones y las declaraciones de impacto ambiental, se espera para julio- suponen una inversión de 478 millones de euros. Son los más caros, al discurrir mayoritariamente soterrados, y se ha empezado por ellos para "predeterminar el plazo de ejecución", afirmó ayer el diputado foral de Obras Públicas y Transportes, Eusebio Melero.
La Supersur será el primero proyecto viario en Euskadi que utilizará una nueva fórmula de contratación, a precio cerrado, lo que traslada también la responsabilidad a los constructores, que deberán asumir posibles sobrecostes y la demora de los plazos de ejecución. El Departamento foral de Obras espera iniciar las obras de cuatro tramos en la primavera de 2007. Para principios de 2008, según el calendario elaborado, comenzaría la construcción del enlace del Cadagua y un año más tarde, el tramo Larraskitu-Buia.
Conclusión en 2011
Melero aseguró que la institución foral mantiene el cálculo de la apertura en la primavera de 2011 de esta primera fase de la Variante sur metropolitana, la denominación oficial de la autopista, que será de peaje. El objetivo es que esta carretera absorba cerca de 42.000 vehículos y que sea utilizada obligatoriamente por el transporte pesado que transita ahora por la A-8.
El diputado foral dijo que el tramo Cadagua-Peñascal será el más complicado debido a la orografía "y porque va por debajo de [la incineradora de basuras] Zabalgarbi" y una mina. El director de Obras, Carlos Estefanía, señaló que el tramo Peñascal-Larraskitu se perforará con máquinas rozadoras, en vez de utilizar explosivos. Agregó que en la horadación de los túneles se calcula un avance de 32 metros diarios, "si la roca es buena", y de ocho metros si se presentan grandes dificultades.
La Diputación calcula que se gastará 12 millones en las expropiaciones de estos tramos, que en su mayoría discurren por zonas rurales. Por esta circunstancia, Eusebio Melero aventuró que las negociaciones no serán "complicadas". Los dos cargos forales minimizaron las afecciones urbanísticas de los trazados aprobados. Carlos Estefanía dijo que sólo afectará a varias "viviendas aisladas" y que en la remodelación de los accesos en Trapagaran y Portugalete las incidencias se centrarán en una zona industrial.
