La ONU alerta sobre la escasez de alimentos en la franja de Gaza

Las decisiones del Gobierno israelí se aplican en ocasiones durante minutos. Sucedió ayer con la apertura de la terminal fronteriza de Karni, que conecta Israel con Gaza, y que es vital para el suministro de artículos básicos a la depauperada franja. Habitan estos 365 kilómetros cuadrados de territorio 1,4 millones de palestinos que han padecido desde comienzos de año la clausura del paso de Karni durante 50 días. Escasean la harina, el aceite y el azúcar, y los precios se disparan. Mientras, se pudren los alimentos destinados a la exportación y se reduce la actividad agrícola.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas ha alertado de la catastrófica situación de Gaza, agravada en las últimas semanas. El Programa Mundial de Alimentos, dependiente de la ONU y que asiste directamente a más de 150.00 personas en Gaza, informó ayer de que sus existencias de víveres se están agotando y reclamó a las autoridades palestinas que garanticen la seguridad de sus empleados.

Sólo han transcurrido cuatro meses desde que EE UU forzara un acuerdo entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que 150 camiones al día pudieran abastecer a los residentes de la franja, pero el cumplimiento del acuerdo siempre ha quedado a merced de la voluntad israelí.

Varios diarios israelíes titulaban ayer que el embajador de Washington en Israel había conseguido un compromiso entre palestinos e israelíes para que las mercancías fueran trasladadas a Gaza a través de otro cruce, el de Kerem Shalom, en el límite con Egipto. Pero la ANP asegura que estas instalaciones no pueden digerir el tráfico necesario para paliar la carencia de alimentos. El Gobierno de Ehud Olmert decidió reabrir ayer Karni. Habían atravesado el paso fronterizo seis camiones cuando la terminal volvió a ser cerrada. Funcionó cerca de media hora. "El cruce se ha cerrado por una alerta de seguridad", aseguró una portavoz militar. Salim Abu Safiya, el responsable de los cruces fronterizos en la franja, arremetió contra la decisión.

Por si faltara algo, un día después de que el primer ministro designado de Hamás, Ismail Haniya, presentara el nuevo Gobierno al presidente, Mahmud Abbas, militantes de Al Fatah se enfrentaron a la policía en Gaza y cortaron la carretera que cruza la franja de norte a sur. Al menos seis agentes y activistas del partido de Abbas resultaron heridos.

Javier Solana, Alto Representante para la Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, manifestó ayer su "decepción", por la negativa de Hamás a modificar su postura y no admitir en su Gobierno a representantes de los demás grupos palestinos, informa Andreu Missé desde Bruselas. Solana consideró que la posición de Hamás "no era razonable". La ministra de Asuntos Exteriores de Austria, Ursula Plassnik, precisó gráficamente ayer la situación delicada en que se encuentra el nuevo Ejecutivo palestino. "Hamás", manifestó, "se encuentra ahora en una encrucijada y debe elegir qué camino debe tomar y cómo asumir sus responsabilidades". "Nuestro mensaje", añadió, "es claro y coherente", refiriéndose a los principios que defiende la Unión.

A pesar de mantener el pulso, la Comisión Europea acordó ayer transferir un total de 64 millones de euros de ayuda humanitaria a Palestina, que serán gestionados por una agencia de las Naciones Unidas, y forman parte de los 120 millones ya anunciados el pasado 27 de febrero. Las aportaciones de la Unión Europea a Palestina durante los últimos cinco años se han elevado a unos 500 millones de euros anuales de promedio.