El juez envía a prisión a los tres detenidos por el crimen de la mujer de Granada

La juez de Instrucción 3 de Granada, que dirige la investigación por la muerte de Beatriz Collado, la mujer hallada muerta en un pantano, decretó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, para los tres detenidos por este caso. Los tres, dos hombres y una mujer, ingresaron ayer por la noche en la prisión provincial de Albolote (Granada) acusados de cometer presuntamente homicidio o asesinato, encubrimiento y posesión de material robado.

La pareja formada por J.M.G. y J.G.R. fue detenida el pasado jueves por tener el teléfono móvil de la víctima. Ambos acusan a A.L.F., el tercero de los detenidos, de venderle el teléfono. Los tres declararon ayer ante la juez, quien mantiene el secretario de sumario.

A.L.F. negó tener cualquier relación con el caso y aseguró que nunca ha tenido en sus manos el teléfono de la víctima. Sus abogados solicitaron su puesta en libertad sin cargos ni fianza. Durante toda la mañana, familiares y amigos del joven, que carece de antecedentes policiales, se concentraron a las puertas de los juzgados para defender su inocencia y pedir su puesta en libertad.

Por su parte, el letrado de J.G.R., a la que su compañero regaló el móvil, criticó que los abogados de cada detenido sólo han podido asistir a la declaración de sus representado y no se les ha permitido estar presentes en la de los otros dos imputados, mientras que el Ministerio Fiscal asistió a los de los tres, lo que, consideraron "vulnera los derechos de los arrestados".

El cadáver de Beatriz Collado, de 27 años, fue hallado la mañana del pasado 2 de marzo en el Pantano de Cubillas, en el municipio de Albolote (Granada), después de que sus familiares denunciaran su desaparición la noche anterior. Según la autopsia, la única agresión que sufrió la víctima fue la que le causó la muerte por asfixia.

El rastro de la mujer se perdió alrededor de las 22.15 del miércoles 1 de marzo, cuando dejó en casa a una compañera de trabajo con la que había acudido a correr por la zona norte de la capital. El novio de la víctima, que reside en Madrid, aseguró que ambos estaban hablando por el móvil mientras la víctima volvía a su casa, a las afueras de Granada. De repente, según su versión, escuchó un grito de la mujer y una voz que le decía que estuviese tranquila y apagase el teléfono porque no le iban a hacer nada.