Todoterreno multiuso para familias jóvenes
Menos deportivo y más práctico. El nuevo Toyota Rav4 no tiene una personalidad tan marcada como los dos anteriores, pero es más cómodo y apropiado para el uso familiar. Sigue destacando por su polivalencia y cumple bien en ciudad, campo y carretera, pero ahora ofrece un mayor refinamiento -tanto mecánico como interior-, dos turbodiésel más potentes y un completo equipo de seguridad de serie, con ABS, ESP y siete airbags, uno para las rodillas del conductor. No es el 4×4 ligero (sin reductora) más económico, pero cuesta casi igual que el modelo anterior (desde 26.100 euros) y sigue siendo la referencia.
El Rav4 fue el pionero entre los todoterrenos recreacionales o todocaminos y creó una categoría a la que después se han sumado muchas marcas. La receta de Toyota fue sencilla, pero innovadora: una carrocería todoterreno de estilo moderno y deportivo unida a una mecánica con el carácter de los GTi. El éxito fue inmediato, y desde que salió, en 1994, se han vendido 1,8 millones de unidades en el mundo, más de 650.000 en Europa.
El nuevo Rav4 ha perdido carácter, pero es más completo y familiar. Circula bien en ciudad, se defiende en el campo y es más cómodo y estable para viajar. Ofrece un interior amplio y muy flexible, un maletero enorme y un moderno motor turbodiésel que gasta poco. En cambio, es algo más caro que otros 4×4 similares, aunque incluye un equipo de serie superior, sobre todo en seguridad, con siete 'airbags' y ESP.
Línea más discreta
Las dos primeras generaciones del Rav4 triunfaron por su vanguardismo estético y su conducción ágil y divertida, dos valores poco comunes entre los 4×4 del momento. El modelo que llega ahora, en cambio, sólo se vende con carrocería de cinco puertas y presenta una imagen más convencional y algo impersonal que no marca la diferencia con otros competidores. Sólo el frontal tiene cierta personalidad, con una parrilla y unos faros elegantes, y un parachoques sólido y protuberante. Pero la vista lateral, el diseño del tercer cristal y el ángulo que forma el techo con el portón trasero no aportan nada que no se haya visto en otros modelos. Y los ángulos redondeados y los resaltes suavizados de las aletas restan carácter al conjunto. En cambio, se ha mimado la aerodinámica para primar el dinamismo y reducir el consumo en carretera: tiene un CX de 0,31, récord entre los todoterrenos.
El nuevo Rav es 14 centímetros más largo y ocho más ancho que el anterior, lo que se traduce en un interior más desahogado. Tiene unas plazas delanteras correctas, aunque algo justas en longitud para conductores altos, pero las traseras ofrecen suficiente altura y espacio para las piernas y sobre todo son casi tan prácticas y flexibles como las de los monovo-lúmenes: se regulan por partes en longitud e inclinación, se pliegan con un tirador y dejan todo el piso plano para ampliar un maletero ya de por sí enorme (568 litros).
Estas funciones convierten el Rav4 en un coche familiar muy práctico y se completan con muchos huecos para objetos repartidos por todas partes: portagafas, doble guantera frente al copiloto, apoyabrazos delantero con dos bandejas interiores, posavasos y bolsas en las puertas de delante y atrás, huecos frente al cambio...
El diseño interior es moderno y vistoso, como los plásticos y las tapicerías, y presenta unos ajustes sólidos y acabados de calidad. Y tanto las suspensiones como el resto de la mecánica ofrecen un comportamiento cómodo y eficaz para viajar en familia con seguridad.
Tres motores, dos turbodiésel
El Rav4 se vende con dos motores, un 2.0 (152 CV) de gasolina con cambio manual de cinco marchas y dos 2.2 D-4D turbodiésel (136 y 177 CV) con seis velocidades. Los dos primeros se ofrecen en acabados Luna, Sol y Executive, y el otro sólo en el Premium, el más sofisticado. Los precios no son económicos, pero todos incluyen de serie siete airbags, ABS, control de estabilidad VSC, aire, cuatro elevalunas eléctricos, radio-CD con MP3 y tres años de garantía o 100.000 kilómetros.
Conclusión
El Rav4 es un 4×4 polivalente y muy práctico como coche familiar. Reúne una línea moderna, un interior muy funcional y dos modernos turbodiésel de bajo consumo. Viaja bien en carretera, permite salir al campo y divierte cuando se conduce. Cuesta más caro que sus competidores coreanos, pero viene mejor equipado de serie, especialmente en seguridad.
FLEXIBILIDAD Y BUEN MALETERO
El Rav4 presenta un interior aparente y vistoso, con plásticos de calidad y un aspecto sólido y moderno. El diseño del salpicadero es vanguardista e integra una doble guantera frente al copiloto y una consola central metalizada con la pantalla del navegador opcional en el centro y una tecla a la derecha para bloquear el diferencial central en situaciones de apuro en el campo. Entre las virtudes del Toyota resalta la flexibilidad de las plazas traseras. Están divididas en dos partes y cada una se regula en longitud e inclinación, bien para ampliar el espacio para las piernas o el maletero, o para dar una cabezada en los viajes. Además incluye un apoyabrazos con dos posavasos, bandejas para botellas en las puertas y redes detrás de los respaldos. El maletero (568 litros) es otra ventaja del Rav e integra debajo de la base una bandeja con tres cofres para dejar objetos sucios o de valor sin que queden a la vista.La zaga es moderna, pero presenta inconvenientes prácticos. El portón con apertura lateral a la derecha está pensado para países con volante a ese lado y obliga a cargar el equipaje desde la izquierda, por donde pasan los coches en las calles de doble sentido. La rueda de repuesto va por fuera y su altura impide ofrecer una luneta con apertura independiente.
EL MEJOR EQUIPADO
Toyota ha colocado el Rav4 turbodiésel de 136 CV en el acabado Sol al mismo precio que sus rivales equivalentes de Nissan y Land Rover, pero con un equipo de serie superior, sobre todo en seguridad. Incluye siete airbags y control de estabilidad, mientras el X-Trail sólo tiene cuatro airbags y ESP, y el Freelander no dispone del ESP y sólo viene con dos airbags. Además, este último es menos potente y tiene unas prestaciones inferiores, aunque incluye el control de descenso de pendientes (HDC). En cambio, el Rav cuesta 4.200 euros más que el nuevo Hyundai Tucson turbodiésel de 140 CV y 5.100 más que el Suzuki Grand Vitara. Los dos vienen de serie con seis airbags, pero el primero no puede incluir el control de estabilidad ESP, y en el 4×4 japonés se paga aparte (900 euros). Los dos ofrecen unas aceleraciones inferiores, sobre todo el Suzuki.
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