Un hombre dispara seis balas de fogueo en la entrada del Supremo

Un vigilante de seguridad irrumpió al mediodía de ayer en la entrada del Tribunal Supremo armado con dos pistolas, que resultaron ser de fogueo, y tras preguntar por el presidente, Francisco Hernando, hizo seis disparos antes de que los policías de servicio lograran reducirlo. El detenido, de 42 años, pretendía secuestrar a un magistrado y llevarlo al Congreso para que hablara a los parlamentarios sobre el problema del terrorismo.

El vigilante de seguridad, F. J. C. U., intentó acceder al Palacio del Tribunal Supremo por la puerta que da a la calle del Marqués de la Ensenada, donde hay un arco de seguridad y un escáner. El individuo, que llevaba una bolsa, preguntó a los vigilantes de la puerta por el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Hernando, a lo que los vigilantes le preguntaron si tenía cita con él. Al negarlo, le dijeron que no podía pasar.

F. J. C. U. se retiró de la zona de seguridad pero permaneció en el pasillo de acceso, junto al escáner. Al observar su actitud, un vigilante le dijo que no podía permanecer allí. El individuo dejó entonces una bolsa sobre la cinta corredera del escáner con intención de acceder al edificio.

El guardia se seguridad encargado del escáner se percató enseguida de la presencia de un arma en el interior de la bolsa, pero cuando fue a pedir explicaciones, el vigilante sacó otra pistola, que resultó ser de fogueo, y se adelantó hacia el pasillo de acceso al edificio, logrando rebasar el mostrador de seguridad.

Al percatarse de que llevaba un arma en la mano, los policías nacionales de servicio en la puerta avanzaron hacia él, momento en el que F. J. C. U. hizo hasta seis disparos al aire. Los agentes de policía hicieron dos disparos de fuego real que se incrustaron en una mampara cercana mientras otros se abalanzaron contra el individuo, que fue apresado y reducido junto a una cristalera.

El suceso provocó una conmoción en todo el edificio y gran nerviosismo entre funcionarios, periodistas y otras personas que en un primer momento desconocían que las primeras detonaciones eran de fogueo.

Minutos después llegó al edificio el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Hernando, que se dirigió a su despacho y llamó por teléfono al ministro del Interior, José Antonio Alonso.

Según fuentes policiales, el autor de los disparos, que aparentaba tener problemas mentales, había sido empleado por la empresa Segurservi, con la que tenía un contrato de tres meses que terminaba el próximo domingo. Estaba destinado a una comunidad de propietarios del barrio del Pilar en la que había tenido enfrentamientos con algunos vecinos, por lo que la compañía no tenía previsto renovarle el contrato. Tiene un antecedente policial por un delito de lesiones ya que presuntamente le pegó al socorrista de una piscina, según las mismas fuentes. Actualmente disfrutaba de varios días de permiso y no estaba previsto que acudiera ya a su puesto de trabajo.

Según declaró después de ser detenido, entró en el Tribunal Supremo con un revólver cargado con cartuchos de fogueo para secuestrar a un magistrado y llevarlo al Congreso de los Diputados para que hablara del problema del terrorismo a los parlamentarios. En las dependencias del Supremo le fueron incautados una pistola de gas, unas espinilleras y un protector bucal de boxeo. También llevaba un carné que le identificaba como vigilante de seguridad.