El déficit exterior registra un nuevo récord y supone ya el 7,6% del PIB
El saldo negativo aumentó un 55% en 2005, hasta 68.952 millones
El déficit exterior, principal amenaza para la economía española, sufrió en 2005 su tercer récord anual consecutivo. La balanza por cuenta corriente (mide la diferencia entre los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias) tuvo un saldo negativo de 68.952 millones de euros, un 55,1% más que en 2004. Este agujero equivale ya al 7,6% del PIB, porcentaje que supera al de Estados Unidos (6,5%).
La crisis que atraviesa el sector exterior, que junto a la elevada inflación constituye el mayor problema de la quinta economía europea, se agrava y pone de manifiesto que la pérdida de competitividad es cada vez mayor. El déficit representaba un 3,27% del producto interior bruto (PIB) en 2002 y, desde ese año, ha crecido a pasos de gigante: hasta el 3,58% del PIB en 2003 y el 5,30% en 2004 (tras dispararse un 90%). El año pasado cerró con un nuevo récord que, según las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), será batido con creces este ejercicio, hasta alcanzar un 9% del PIB.
Este desfase obedece a que las importaciones crecen el triple (un 11,6%) que las exportaciones (4,3%), según los datos publicados ayer por el Banco de España. El alza del crudo y la fortaleza de la demanda interna (consumo de empresas y hogares) están dando un impulso sin precedentes al valor de las compras en el exterior. Mientras, pese a que el Gobierno ha situado la mejora de la competitividad como su principal objetivo económico, los empresarios encuentran cada vez más dificultades para exportar sus mercancías. Así, el déficit comercial (diferencia entre el valor de las importaciones y las exportaciones) se situó en 69.834 millones, un 32% más que en 2004.
Además, el turismo -tradicionalmente una máquina de ingresar dinero del exterior que compensaba otras carencias- no está en su mejor momento. El superávit de este sector disminuyó un 3,5%, hasta 25.667 millones. Los ingresos por este concepto crecieron ligeramente, un 5,6%, hasta 2.174,3 millones de euros.
Aunque en conjunto el déficit exterior es histórico, su crecimiento se atenuó en el segundo semestre del año: creció un 38%, frente al 77% de los primeros seis meses de 2004.
"Desde que se creó la zona euro, en enero de 2002, España ha perdido cerca de un 10% de competitividad, a través de la inflación [la española duplica la europea] y de los costes laborales", explica Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas. Los productos españoles resultan, por lo tanto, más caros que los de otros socios comerciales.
Además, Laborda destaca que en los últimos años han aparecido con fuerza países en Europa del este y Asia (China e India, sobre todo) que han perjudicado a las exportaciones españolas. "Esos países exportan productos de media y baja tecnología, como España, pero sus costes son una tercera parte que los nuestros", añade.
Textil y automóvil
Entre los sectores más afectados, el textil y el automóvil. "No sólo vendemos menos zapatos fuera, sino que nos venden más zapatos desde fuera", explica. Es decir, no sólo es más difícil exportar, sino que otros países están quitando cuota de mercado a las empresas españolas.
Tras Portugal, España es el país de la zona euro con un mayor déficit en relación con el PIB (véase gráfico). Incluso superó el año pasado a EE UU, cuyo déficit también soporta niveles históricos en la actualidad. Los números rojos se han empezado a trasladar al conjunto de la zona euro. "Tras varios años de superávit, la zona euro registrará en 2005 un ligero déficit; es un aviso para caminantes: podrá haber tipos de interés más altos", explica el economista Julio Rodríguez. El déficit en la zona euro fue del 0,2% del PIB en 2005, según estima la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
El agujero exterior no es la única amenaza. España está perdiendo atractivo para los inversores extranjeros. Las inversiones directas supusieron flujos netos de salida de 10.593,9 millones, inferiores a los 26.345 millones de 2004. De éstas, las inversiones de España en el exterior registraron salidas de 25.723 millones, superiores a las entradas de inversión extranjera, que supusieron 15.129 millones.
Mientras el PSOE señaló que el cambio de modelo económico que promueve el Gobierno "necesita tiempo" para obtener resultados positivos que mejoren el sector exterior, el PP advirtió del "histórico" déficit registrado y pidió al Ejecutivo que se "tome en serio" la situación económica.
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