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Nueve pateras con 300 'sin papeles' llegan a Canarias en un solo día

El Gobierno de las islas califica la situación de "emergencia nacional"

Nueve piraguas desembarcaron ayer en las costas de Tenerife y Gran Canaria a más de 296 inmigrantes subsaharianos. Es el día de mayor llegada de embarcaciones en los últimos 10 años de inmigración irregular a las islas. El portavoz del Gobierno canario, Miguel Becerra, ha pedido al Estado la máxima ayuda en fuerzas de seguridad, asistencia a pie de playa y solidaridad para trasladar a estas personas a otras comunidades.

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Cinco de estas embarcaciones llegaron a la costa de Los Cristianos, en Tenerife. El hecho de que las piraguas vengan patroneadas por experimentados pescadores senegaleses auxiliados por tecnología por satélite (tipo gps), que les indica cada palmo de la ruta desde Mauritania, explica que lleguen con tal grado de exactitud al mismo punto de la costa de una sola isla. Las dos primeras navegaron a las tres de la madrugada hasta la costa turística, una con 56 subsaharianos y la otra con 45. En ésta última viajaban dos mujeres y un menor. Una de las dos mujeres fue hospitalizada con la tensión alta.

Cinco horas después llegaba una tercera piragua con 40 varones, cuatro de ellos menores de edad y, a las 10.30 otra más con 44 varones, dos de ellos menores. Las autoridades no habían determinado por la tarde si se trataba de menores que viajaron con sus padres o familiares o si los tiene que acoger en los hogares de Canarias.

Simultáneamente a estas operaciones, agentes de la Policía Local descubrieron una piragua abandonada en la playa salvaje de Tiritaña (en la costa turística de Mogán). Por el momento se desconoce cuántas personas transportaba. Un segundo buque de Salvamento Marítimo auxilió a dos piraguas en alta mar, uno con 35 y otro con 28 subsaharianos (ocho de ellos menores de edad), a pocas millas de la costa sur de Gran Canaria y los transportaba, ya a salvo, a la costa sur de la isla. Un último bote con 44 subsaharianos fue detectado por la tarde a unas 60 millas (100 kilómetros, aproximadamente) del sureste de Gran Canaria.

El estado general de salud de los 295 inmigrantes atendidos era bueno, aunque los sanitarios han descubierto que "sensiblemente peor" que los que llegaban a principio de año, con hipotermias leves, heridas por corte producidas por la madera o la fibra de vidrio de la embarcación y quemaduras leves por manipular gasoil de los motores y mezclarlo con agua de mar.

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Otro detalle detectado es que entre sus vestimentas ya no hay ropas impermeables ni botas de goma. "Se nota que llevan bastantes días en la mar, agazapados y mal o nada alimentados", dijo ayer a este periódico Rubén Fernández, director provincial de Socorro y Emergencias de Cruz Roja. A cada inmigrante, los voluntarios le entregan una bolsa con una muda de ropa limpia, además de té, zumos, galletas y bocadillos. Falta por conocer cuántos llegaban a bordo de los buques de Salvamento y cuántos componían la expedición que burló el frágil blindaje electrónico del sur de Gran Canaria.

El portavoz del Gobierno de Canarias, Miguel Becerra, calificó la situación de estos últimos días -cuando han llegado a las islas 747 inmigrantes desde el sábado- como "una emergencia nacional". El presidente, Adán Martín, reconoció conversaciones permanentes con la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, con quien se han acordado medidas "de toda índole" para atajar este fenómeno "como ya se hizo con Marruecos".

Voluntarios agotados

Adán Martín reconoció que "no existe una solución milagrosa" para frenar la llegada de barcas desde la costa africana, pero mostró contundencia a la hora de exigir al Estado las medidas que palien su efecto en las islas, entre otras, mayor vigilancia y de apoyo a pie de playa, actualmente a cargo de apenas 30 voluntarios del comité local de Arona, totalmente agotados física y psicológicamente por la presión del trabajo en estos primeros 70 días del año.

Ante la falta de una respuesta nacional, las asambleas locales de casi todos los municipios de Tenerife han establecido turnos rotatorios de vigilancia a pie de playa, con unos 70 voluntarios, para que los del sur de la isla puedan descansar alguna noche.

Asimismo, la Guardia Civil interceptó ayer a 86 inmigrantes en tres pateras que han llegado a la costa de Almería en las últimas horas, informa Efe. En la última viajaban 76 personas, entre ellas 12 menores y siete mujeres.

Un inmigrante bebe agua mientras descansa a su llegada al puerto de Los Cristianos (Tenerife).
Un inmigrante bebe agua mientras descansa a su llegada al puerto de Los Cristianos (Tenerife).EFE

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