La UE trata de afianzar los lazos con Rusia y Argelia para asegurar el suministro energético

El Consejo Extraordinario de Ministros de Energía de la UE analizó ayer distintas opciones para asegurar el suministro energético europeo, cuya dependencia exterior pasará del 50% actual al 70% en 2030 si no se adoptan medidas. Los ministros exploraron las posibilidades de las distintas fuentes energéticas, desde las que pasan por asegurar las importaciones (como afianzar los lazos con Rusia y Argelia para garantizar el suministro) al desarrollo de energías alternativas, y otros propugnaron abrir el debate nuclear. Además, Alemania tendrá que reducir su déficit a menos del 3% en 2007.

Un importante número de ministros plantearon la conveniencia de estrechar relaciones con Rusia, el principal suministrador de gas y petróleo de la UE. El objetivo es que Rusia ratifique el Tratado de la Carta de la Energía, que establece unas reglas de inversión y comercio entre los distintos países. El tratado incluye un Protocolo de Tránsito para regular las relaciones con los países que cruzan los gasoductos y oleoductos y que su vigencia habría evitado en buena medida la crisis ucrania de principios de año.

La UE pretende lograr más transparencia y facilidades para que las empresas europeas puedan invertir y conectarse con las instalaciones rusas, en contrapartida a las crecientes tomas de posición de Gazprom en distintos países. El Libro Verde de la Energía plantea "establecer un Tratado de la Comunidad Paneuropea de la Energía" y "una nueva asociación en el sector de la Energía con Rusia". La Contribución de los Ministros con vistas al Consejo de primavera propone "asegurar la entrada en vigor del Tratado de la Comunidad de la Energía (con el sureste de Europa) en 2006 y considerar su extensión a otros países vecinos".

El ministro de Industria español, José Montilla, expuso en el Consejo el proyecto Medgaz con Argelia, que calificó de "prioritario para que la Unión Europea pueda mejorar el abastecimiento de gas". La necesidad de fortalecer las conexiones con Argelia fue defendida también por el ministro francés, François Loos.

Los tres Estados bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, así como Hungría e Italia, se mostraron partidarios de abrir el debate sobre la energía nuclear. Francia, el país en que la energía nuclear representa el 80% de su producción, presentó a principios de año un documento en que destacaba la necesidad de incluir esta fuente energética para reducir la dependencia exterior. El Reino Unido por su parte, defendió la necesidad de elaborar una hoja de ruta de energías alternativas.

La mayoría de ministros respaldaron el contenido del Libro Verde de la Comisión. Sin embargo, varios de ellos consideraron prematuro crear nuevos organismos de regulación. El ministro británico Malcolm Wicks y el francés François Loos rechazaron la idea de crear un regulador europeo de la energía, como había sugerido el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso.

El Consejo de Ministros de Economía adoptó ayer, por su parte, una severa decisión contra Alemania por incurrir en un déficit público excesivo, del 3,3% del PIB en 2005, vulnerando el Pacto de Estabilidad que fija como máximo el 3%.

Se da la paradoja de que Alemania, el país inventor y promotor del Pacto de Estabilidad, para asegurar que los nuevos países que se incorporaran a la Unión Europea disciplinaran sus cuentas públicas, ha acabado siendo uno de los más seriamente afectados por sus estrictas reglas. Alemania vulnera las reglas del Pacto de Estabilidad desde 2002, lo que justificó la apertura de un primer procedimiento en 2003.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, manifestó su confianza en que Alemania cumpla sus compromisos. "Si la economía alemana sigue recuperándose, veremos mejoras en el déficit".

Por otra parte, el informe CESIfo, presentado ayer en Madrid en la Fundación BBVA, aboga por retirar los "obstáculos artificiales" para las fusiones hostiles y transfronterizas. El informe advierte contra los problemas que puede acarrear la promoción de "campeones europeos", porque, en caso de que fuera necesaria su reestructuración, ésta sería difícil por tener mucha capacidad de influencia en Bruselas.

La CESIfo, organización integrada por el Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Múnich y el Instituto Ifo, aconseja que se cree una agencia europea de la competencia.