Marlaska aplaza por enfermedad la cita de Otegi y le pone vigilancia las 24 horas

El juez Fernando Grande-Marlaska decidió poco antes de las cinco de la tarde de ayer suspender la declaración del portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, quien había alegado que se encontraba afectado por una bronquitis.

El Juzgado Central número 5 recibió por fax un certificado médico en el que se señalaba que el dirigente abertzale tenía fiebre y una afección en los bronquios. El juez no se fio y, a instancia del fiscal, envió al forense de guardia a comprobar el estado de salud de Otegi.

A la vista del informe del facultativo, el juez Marlaska decidió suspender la declaración y la vistilla sobre su posible ingreso en prisión, y acordó que el médico forense de Eibar (Guipúzcoa) examine en su domicilio a Otegi cada 12 horas e informe sobre la posibilidad de que comparezca en la Audiencia.

Además, ha ordenado a la Ertzaintza que establezca un servicio de vigilancia estática en las inmediaciones del domicilio de Otegi, y que comunique al juzgado si éste sale de su casa, para que el juez valore si debe dictar nueva resolución (como, por ejemplo, su detención).

Grande-Marlaska recuerda que desde el pasado viernes "se ha tratado de impedir por cualquier motivo" la celebración de la declaración y la vistilla de Otegi, y agrega que "la citación para la nueva comparecencia implementa el riesgo de fuga".

El juez recuerda que otros dos imputados en la causa, José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, y Jon Salaberria, ya se fugaron en el pasado cuando fueron citados por el juzgado. El magistrado considera que Otegi se encuentra en una situación similar a la de los dos fugados, ya que se le formulan "alternativas imputaciones en conexidad delictual". Es decir, que el hecho de que el juez considere que Otegi pueda ser responsable de los actos violentos del día de huelga, y que pueda pasar un tiempo en prisión, puede ser determinante para que intente fugarse.