"Sigo resistiéndome a volverme conservador"

Cuando se cumplen 30 años de su formación, Javier Gurruchaga (San Sebastián, 1958) vuelve a actuar en su ciudad natal al frente de La Orquesta Mondragón. El showman promete ofrecer "viejas canciones con nuevos arreglos", un sonido "contundente" y una "triple boda mortal" final al frente de una banda que en su actual encarnación incluye a la cantante Michele McCain y al inefable Popocho, y que regresó a la actualidad hace diez meses con la edición del recopilatorio ¡Viva Mondragón! (Emi).

Pregunta. ¿Qué ofrece hoy día la Orquesta Mondragón?

Respuesta. Queremos hacer un espectáculo como en los comienzos, una especie de musical aderezado con elementos teatrales y con el cine como hilo conductor. Habrá guiños a Lou Reed, a los viejos rockeros y al cabaret de Berlín. Rock & Roll Circus es el título provisional que le hemos puesto, porque un poco resume nuestro viaje.

P. ¿Habrá similitudes con sus primeros alocados años, o la banda se ha vuelto más conservadora y previsible?

R. La verdad es que con el tiempo, y cuando ya nos has visto unas cuantas veces, todo el mundo puede imaginar más o menos, como en cualquier función, lo que va a venir, pero yo sigo resistiéndome a volverme conservador. De hecho, el canto No a la guerra, respecto a guerras y a esa hipocresía terrible que siguen existiendo, va a estar presente con la canción Johnny cogió su fusil y la versión de Blowing in the wind. Va a tener un lado más comprometido, como lo siguen teniendo las intervenciones de artistas como Joan Baez.

P. ¿Falta audacia en el rock español?

R. Estamos a la cola de muchas cosas, y en rock no somos los más adelantados. En mi caso, siempre he querido entretener, añadir otros elementos que hagan más ligera y pasable esta absurda y rutinaria realidad, pero en la música está ya todo un poco inventado. Luego hay otros fenómenos que se salen ya de lo puramente artístico, que son prefabricados y absolutamente terribles. Y triunfalistas, de [Operación] Triunfo. Creo que en música estamos un poquito peces.

P. No le hace mucha ilusión el Kursaal.

R. Enloquecerme, como por ejemplo Qué noche la de aquel día, de los Beatles, para nada. No me enloquece. Soy muy fan de él y creo que hay muchos otros trabajos de Moneo más interesantes. El Museo Romano de Mérida me parece una joya, pero San Sebastián tiene unas peculiaridades que no me hacen cantar el Roll over Beethoven.