La UE propone aumentar las reservas de gas y petróleo para garantizar la seguridad

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, puso ayer en el primer plano de la agenda comunitaria la creación de una política energética común. Barroso presentó el Libro Verde de la Energía, que contiene 27 medidas concretas para lograr tres objetivos prioritarios: "Seguridad del abastecimiento, competitividad de la economía europea y desarrollo sostenible". En la presentación del documento, elaborado por el comisario Andris Piebalgs, Barroso abogó por la creación de grandes empresas europeas en el sector energético e hizo un alegato contra las reacciones nacionalistas.

Durão Barroso precisó que quiere empresas europeas en el sector, "como en el aeronáutico o la defensa". Además, entre las medidas concretas más importantes figuran "la creación de un Regulador Europeo y un Centro Europeo para las Redes de Energía, la mejora de las interconexiones, la revisión de la legislación existente sobre las reservas de gas y electricidad y un detallado plan para la reducción de la dependencia de las importaciones de petróleo".

Un reciente informe de la Comisión Europea señala que la dependencia de las importaciones es del 49,5% en la UE, y del 76,4% en España. En el conjunto de los Veinticinco, el petróleo aporta el 37% de la energía total consumida, mientras que en España es del 50% (véase cuadro adjunto). Para el comisario Piebalgs, "la realización de un mercado interior de la energía, la lucha contra el cambio climático y la seguridad de abastecimiento exigen soluciones comunes". Para reforzar la garantía de los suministros, se propone "un nuevo acuerdo de asociación con Rusia, el desarrollo de un Tratado Paneuropeo Comunitario de la Energía y el establecimiento de un nuevo mecanismo comunitario que permita una rápida y coordinada reacción para situaciones de emergencia con los suministradores externos de la Unión Europea".

En relación con la fuerte dependencia de Rusia, principal proveedor de gas y petróleo de la UE, Barroso tiene previsto entrevistarse los días 17 y 18 con Vladímir Putin, para abordar "el partenariado energético" con este país. Las propuestas del Libro Verde, un documento de 20 páginas, tienen como objetivo abrir el debate sobre una serie de propuestas que sirva de base para que la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Bruselas los próximos 23 y 24 adopte las primeras decisiones ejecutivas.

El documento incluye objetivos cuantitativos como el de lograr un ahorro del 20% de la energía consumida en 2020. Barroso lanzó ayer a título personal una propuesta más concreta: "Conseguir que, en el plazo de 20 años, el 50% de la energía consumida en la UE proceda de fuentes que impliquen un bajo nivel de CO2".

Ello significa que la mitad de la energía deberá proceder de la energía nuclear, las alternativas y de materiales sólidos a los que previamente se "ha limpiado" para eliminar las emisiones de CO2. De manera indirecta, el presidente de la Comisión destacaba así la importancia que recobra la energía nuclear. Una fuente energética que Francia pretende que se explicite de manera más clara como una de las soluciones para reducir la dependencia exterior. La energía nuclear representa el 84% de la producción energética de Francia y el 40% de su consumo se nutre de esta fuente. El debate sobre la energía nuclear se evita, sin embargo, en el documento de la Comisión y se deja en manos de los Estados miembros.

Aznar y el nacionalismo

En la presentación del documento, Barroso rechazó toda suerte de nacionalismos económicos "sobre todo en el sector de la energía". El presidente criticó las medidas proteccionistas adoptadas por algunos Estados para defenderse "de otro Estado miembro o de los agentes económicos de otro Estado", en alusión a las medidas adoptadas tras las OPAS lanzadas por Gaz de France sobre Suez y E.ON sobre Endesa. Asimismo, Barroso volvió a criticar los nacionalismos energéticos.

En esta misma línea, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó ayer en Bruselas que "las decisiones adoptadas por algunos Gobiernos europeos contra la libertad de inversión intraeuropea son extremadamente peligrosas para la Unión Europea". "Estas decisiones abiertamente antieuropeas", añadió, "son exactamente lo contrario de lo que necesita Europa. Los políticos que promueven estas normas proteccionistas sólo pueden ser considerados antieuropeos".

La patronal europea UNICE manifestó ayer su total apoyo a las propuestas de la Comisión para impulsar la cooperación europea, subrayando que la UE no puede seguir con 25 políticas energéticas.