Tres bombas causan 21 muertos en el santuario hindú de Benarés
Estado de máxima alerta en India ante el temor a una ola de violencia religiosa
La ciudad india de Benarés, santuario de peregrinación del hinduismo, se vio sacudida ayer por el estallido de tres bombas que causaron al menos 21 muertos y 60 heridos, según France Presse. Las explosiones, casi simultáneas, se registraron en un templo abarrotado de fieles, en la estación ferroviaria y en el interior de un tren expreso. Según una cadena de televisión, otras dos bombas, una de ellas colocada en un mercado, no llegaron a explotar. Nadie ha reivindicado los atentados, que siguen a unos enfrentamientos entre hindúes y musulmanes en la cercana ciudad de Lucknow.
La pesadilla comenzó poco antes del anochecer (hacia mediodía en España). A esas horas, el templo Sankat Mochan, uno de los más venerados en el hinduismo, estaba lleno de peregrinos que hacían sus ofrendas al dios-mono Hanuman. La explosión de una bomba interrumpió las plegarias. Al menos 10 personas quedaron muertas en el recinto, y más de 30 resultaron heridas, varias como consecuencia de la estampida de los fieles, que corrieron aterrorizados hacia la puerta.
Diez minutos después, otras dos cargas estallaban en la estación ferroviaria: una, cerca de la oficina del jefe de la terminal. La otra, en un vagón del tren expreso Shiv Ganga, que estaba a punto de salir hacia la capital, Nueva Delhi. Once cadáveres, entre ellos los de ocho mujeres, fueron recogidos en la estación. "Contamos los cuerpos a medida que van llegando... Hay una confusión total. Todo lo que puedo decir es que fueron tres bombas y que entre las víctimas de la estación hay tres jovencitas", decía el administrador adjunto de Benarés, Kamlesh Pathak. El temor de las autoridades es que el número de muertos vaya en aumento, por la gran cantidad de fieles que había en el templo y por el estado de algunos heridos.
La televisión ofrecía testimonios de varios peregrinos de Sankat Mochan. "Todo el mundo corría. Había cadáveres por todas partes", explicaba uno. "La explosión fue enorme. La gente comenzó a correr. Estaban ensangrentados, con sus túnicas desgarradas", narraba otro. La matanza podría haber sido aún peor, ya que la policía localizó otras dos bombas, una de ellas en un concurrido mercado y la otra en el principal recinto de cremaciones.
Situada en el noreste de India, a 700 kilómetros de Nueva Delhi, Benarés es la principal ciudad santa del hinduismo. Miles de peregrinos visitan sus templos y se bañan en el río Ganges. Es también un destino muy popular entre los turistas.
Ninguno de los grupos implicados en atentados en el pasado (maoístas, islamistas o movimientos tribales) ha reivindicado los atentados. Hace unos días, sin embargo, se registraron enfrentamientos entre hindúes y musulmanes en la cercana ciudad de Lucknow, capital del Estado de Uttar Pradesh, donde se ubica Benarés. Fuentes del Ministerio del Interior señalaban que el modus operandi de los terroristas era similar al triple atentado que dejó 66 muertos en Nueva Delhi el pasado octubre. Esos ataques fueron reivindicados por el autodenominado Grupo Revolucionario Islámico, que según las autoridades indias está vinculado a una organización islamista paquistaní.
El primer ministro, Manmohan Singh, pidió calma a la población y convocó una reunión urgente del Gabinete. Temiendo un nuevo estallido de violencia interreligiosa, las autoridades indias han puesto en máxima alerta al país. En 1992, los enfrentamientos entre hindúes y musulmanes dejaron 2.000 muertos en Uttar Pradesh. El responsable de Interior, Shivaj Patil, tenía previsto viajar ayer a Benarés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.