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Las grandes empresas de la Europa del sur piden que España fomente la competencia

Un grupo de compañías informa a Durão sobre el cumplimiento de la Agenda de Lisboa

Lucía Abellán

España debe mejorar la competencia de sus mercados, frenar la elevada temporalidad laboral y luchar contra la pérdida de competitividad exterior. Al mismo tiempo ha progresado en investigación y desarrollo, empleo, inmigración y transportes. Las grandes empresas de la Europa del sur han elaborado un informe sobre el cumplimiento de la Agenda de Lisboa, que pretende hacer de Europa la zona más competitiva del mundo. Este colectivo entregó anoche el texto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.

Los países comunitarios se comprometieron en el año 2000 a hacer de Europa la zona más competitiva del mundo en 2010. Sobrepasado el ecuador de ese periodo, Europa está lejos de aplicar las recetas necesarias para lograrlo. El Consejo de Cooperación Económica, integrado por 120 grandes empresas (28 de España y el resto de Portugal, Francia e Italia) ha elaborado un informe sobre las medidas puestas en marcha por esos cuatro países. Ochenta de las firmas integrantes acaban de constituir un observatorio de la estrategia de Lisboa, que elaborará informes anuales.

El primero de esos documentos se presentó anoche al presidente de la Comisión Europea durante una cena celebrada en Bruselas. Solicitado por el propio Durão Barroso, el texto aborda las materias que analizará el Consejo Europeo de primavera los próximos días 23 y 24 de marzo.

Por lo que respecta a España, los empresarios destacan seis elementos positivos y cuatro negativos del plan nacional de reformas aprobado por el Gobierno en 2005 para potenciar la competitividad. Éstos son los aspectos más destacados:

- Competitividad a la baja. El deterioro de la competitividad de los productos españoles en función del precio "necesita soluciones drásticas". Con esta firmeza, las empresas de la Europa mediterránea piden un mayor control de los costes laborales según "las exigencias de competitividad internacional y la realidad de las empresas".

- Mercado de trabajo dual. Uno de cada tres trabajadores en España dispone de un contrato eventual, todo un récord en Europa. El Consejo de Cooperación Económica valora el interés del Gobierno por reducir la temporalidad, pero detecta vaguedad en el empeño y anima a revisar las cláusulas de despido para los contratos indefinidos.

- Más competencia. La economía española adolece de falta de competencia en sus mercados. El documento cita expresamente el mercado de la distribución comercial y el energético. El plan del Ejecutivo no aborda con suficiente intensidad las medidas para abaratar los precios de la energía, a juicio de las empresas: "Es esencial mejorar la interconexión con los países vecinos". Respecto al comercio, reprochan al Ejecutivo que no se haga referencia a los horarios de apertura de las grandes superficies.

- Medidas tímidas en educación. España se sitúa entre los países más débiles de la Unión Europea en lo que respecta a educación y formación. Las medidas que proyecta el Gobierno "no parecen a la altura del reto económico y social del país".

- Movilización por Lisboa. Este colectivo valora que el Gobierno español haya hecho de la estrategia de Lisboa "su referencia fundamental de la política económica".

- Estabilidad presupuestaria. Las grandes empresas aplauden la estabilidad de las cuentas públicas españolas, con un límite de déficit fijado por ley y una reducción de la deuda.

- Esfuerzo en I+D. Este colectivo considera alcanzable el objetivo oficial de invertir el 2% del producto interior bruto (PIB) en investigación y desarrollo para el año 2010. En 2004, España destinó el 1,10%. Las empresas valoran el plan Ingenio 2010.

- Fomento del transporte. El plan estratégico para las infraestructuras y los transportes "confirma el esfuerzo gubernamental en el sector de los transportes". El informe destaca también la mejora de la calidad de los servicios mediante la liberalización de las redes ferroviarias en mercancías.

- Crecimiento del empleo. España pretende elevar su tasa de empleo por encima de los niveles comunitarios, hasta el 66% de la población en el año 2010. Se prevé una mejora sustancial del empleo femenino.

- El papel de la inmigración. Las grandes empresas juzgan positivo que España recurra a la inmigración económica para hacer frente al envejecimiento de la población del país.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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