Cerca del cielo nueve años después
El Villarreal, que en 1997 estaba en Segunda, se siente preparado para eliminar al Rangers
Si un aficionado del Villarreal, como en la película Good Bye Lennin, hubiera entrado en coma en 1997 y saliera ahora del trance, no podría creerlo. ¿Su equipo a punto de entrar entre los ocho mejores de Europa? ¿Su equipo, que apenas sobrevivía en Segunda, que no tenía campos de entrenamiento, que contaba tan sólo con tres empleados y una estructura de Tercera? El mismo. El sueño de Fernando Roig, el empresario que compró el club en 1997 por 360.000 euros, hecho realidad. Un equipo respetado en Europa por su estilo y por sus resultados. Así lo confirmó hace 15 días en Glasgow, donde se impuso al Rangers mucho más de lo que dice el marcador (2-2). A esa superioridad se aferra hoy para darle un premio inesperado a esta población de 47.000 habitantes, que, de pasar a los cuartos de final, se convertiría en la segunda más pequeña de la competición en lograrlo, tras el Mónaco de hace dos temporadas.
Superada la crisis que supuso el mes de ausencia de Riquelme, el Villarreal vuelve a creer en sí mismo. En su manera de masticar los partidos a base de técnica y posesión de balón. La medicina que tan bien le ha ido en los últimos años ante los rivales británicos: el Middlesbrough, el Celtic, el Everton y el Manchester United. Con una novedad. Tras las frecuentes ausencias de Sorín por lesión, el conjunto de Manuel Pellegrini ha encontrado una nueva fórmula a su 4-4-2: tres medio centros clásicos -Tacchinardi, Senna y Josico- que se reparten el pastel de la divisoria para que Riquelme opere con más libertad si cabe, en su objetivo de enganchar con José Mari y Forlán. El uruguayo empieza a recuperar el olfato goleador que tanto desarrolló el pasado curso (fue Bota de Oro con 25 tantos), mientras que, para el otro puesto en el ataque, Pellegrini reserva una bala que puede pesar mucho en la última fase de la temporada: Guille Franco, el delantero de la selección mexicana de origen argentino que ya se estrenó el sábado en la Liga ante el Alavés con un gol de cabeza.
"No tendremos mucha posesión", reconoció ayer el técnico del Rangers, Alex McLeish, que se dio con un canto en los dientes tras el empate de la ida. "El Villarreal atacará desde el principio,pero tenemos buena disciplina y jugadores peligrosos, como ya saben por lo lejos que hemos llegado a esta competición", añadió McLeish, que no dispone por sanción de su referencia en el ataque, el gigante croata Prso. Sí estará el centrocampista Burke, el mejor de los escoceses en la ida, que ayer, entre inocente e irónico, declaró: "Nosotros tendremos en algún momento el balón y tendremos que hacer algo".
Villarreal: Viera; Venta, Gonzalo, Alvarez, Arruabarrena; Senna, Josico, Tacchinardi; Riquelme; Forlán y Jose Mari.
Glasgow Rangers: Waterreus; Hutton, Kyrgiakos, Rodríguez, Smith; Burke, Ferguson, Hemdani, Namouchi; Ricksen y Lovenkrands.
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