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El Ayuntamiento de Orihuela pagó 3,3 millones de más por una obra, según un informe

Un informe valorativo de las obras de la plaza de la Glorieta Gabriel Miró de Orihuela revela una sobrevaloración del coste de ejecución de 3,3 millones euros. El Ayuntamiento, presidido por José Manuel Medina, del PP, adjudicó la obra a la promotora Doalco, del empresario local afín al PP Domingo Alcocer, y cuando se inauguró, en diciembre de 2002, sólo se habían aprobado certificaciones de pago por valor de 1.067.717 euros, sólo un 20% del coste final que abonó el Consistorio: 5.338.069,7 euros.

El informe de valoración ha sido elaborado, a petición de la oposición municipal, por un ingeniero del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de Alicante. El estudio, en su conclusión final dice: "A la vista de los datos aportados y efectuados los cálculos precisos, se indica que el presupuesto de ejecución material de las obras asciende a la cantidad de 2.036.396 euros". El técnico llega a esta valoración final tras un análisis de cada uno de los apartados del presupuesto de ejecución, es decir, demoliciones, urbanización, instalaciones eléctricas, de saneamiento y abastecimiento, mobiliario urbano, fuente ornamental, fuente lineal y acondicionamiento de elementos.

El Ayuntamiento, de acuerdo con las certificaciones de obra aprobadas, abonó un total de 5.199.703 euros. El primer pagó, según consta en el departamento de Intervención y Contratación de la corporación, por valor de 98.970 euros se efectuó el 29 de julio de 2002 y, el último, por un importe de 609.022 euros, con la obra ya inaugurada oficialmente, el 8 de julio de 2003. Más adelante, en el presupuesto municipal del 2004, se incorporó una modificación del proyecto por un importe de 138.366 euros. El proyecto, y los sucesivos modificados, fueron coordinados por el arquitecto Londoño Mateus, ajeno a la corporación -el departamento de urbanismo del Ayuntamiento contaba entonces con tres arquitectos en plantilla-.

Denuncia del ex interventor

El sobrecoste de la plaza de la Glorieta de Gabriel Miró fue uno de los supuestos casos de corrupción en el Ayuntamiento denunciados por el ex interventor, José Manuel Espinosa. El funcionario relató diversas irregularidades administrativas, como que los sucesivos reformados no eran una modificación del proyecto, sino un nuevo proyecto, extremo que hubiera precisado la paralización de las obras y proceder a una nueva licitación y, además, que los nuevos sobrecostes del proyecto carecían de consignación presupuestaria. El alcalde, según el ex interventor, iba cambiando el proyecto primitivo a su criterio y a pie de obra.

La denuncia del ex interventor motivó hace seis meses la apertura de una investigación de la Fiscalía Anticorrupción de Alicante. El titular del departamento, Felipe Briones, está apunto de concluir las diligencias.

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