Un juez considera como atenuante la adicción al videojuego
R. J. B., informático residente en Badajoz, entró en el año 2003 en la red interna del juego Dark Age of Camelot, que vende Wanadoo en Internet. Tras obtener el código del juego, datos personales de clientes y trabajadores de Wanadoo, fue descubierto. La Fiscalía pidió durante el juicio una pena de dos años de cárcel aunque el juez ha reducido la pena al considerar como atenuante "simple" su adicción a los videojuegos. R. J. B. ha sido condenado a un año de prisión y una multa de 24.876,80 euros.
El juez recoge en el fallo que el informático no realizó grandes daños a la compañía pues es un "hacker o persona que utiliza (...) técnicas para acceder a sistemas informáticos ajenos, una figura diferente a la de cracker (...) que de manera intencionada se dedica a eliminar, romper ficheros o a introducir virus".
La sentencia señala que "concurre como simple, la circunstancia atenuante analógica de ludopatía" por la adicción del acusado a los videojuegos. El fallo recoge esta adicción como atenuante y rebaja la pena pedida por la Fiscalía de dos a un año de cárcel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.