"Soy un tapón que era necesario quitar"

Florentino Pérez presentó ayer su dimisión incondicional como presidente del Real Madrid en una junta directiva extraordinaria celebrada en el estadio Bernabéu. La misma junta nombró por unanimidad al nuevo presidente, el hasta ayer vocal Fernando Martín, un empresario inmobiliario que ocupará el cargo hasta las elecciones previstas para 2008, año en el que termina el actual ciclo presidencial. Como principal argumento de su decisión, Pérez expuso la necesidad de activar un "revulsivo" que inspire a una plantilla que cree confundida para que mejore sus resultados deportivos. "Soy un tapón que es necesario quitar", declaró.

El ya ex presidente, de 58 años, que en julio cumpliría seis años al mando del Madrid, explicó que es "culpable" de haber "maleducado" a los jugadores. Dijo que con su acción espera influir en la "mentalidad" de la plantilla para que recapacite, supere la eliminatoria contra el Arsenal la semana que viene y conquiste la Copa de Europa en mayo. Respecto a la Liga, al omitirla, dio a entender que la da virtualmente por perdida. Pero luego, cuando le preguntaron por su omisión, aclaró: "No doy por perdida la Liga".

Fernando Martín, que era vocal de la junta directiva, ocupará la presidencia del club hasta 2008

Florentino Pérez se apresuró a decir que llevaba a efecto su decisión en un marco de "normalidad institucional". Habló en presencia de gran parte de la junta directiva y del vicepresidente Emilio Butragueño, que presenció el discurso de pie, contra una pared, con el rostro enlutado. El ex presidente dirigió su discurso hacia el fracaso de su gestión deportiva y terminó por señalar al vestuario. "No creo que haya ninguna crisis", dijo, "pero el club desde el punto de vista deportivo necesita un revulsivo. Aún hay tiempo esta temporada. Después de cambiar entrenadores, la única posibilidad es cambiar el presidente. Éste será un revulsivo que nos puede permitir lograr un éxito en la Copa de Europa y, al tiempo, permitir al nuevo presidente trabajar con calma en la nueva temporada".

"La primera vez que consideré dimitir fue ayer después del partido", explicó; "lo hice en el convencimiento profundo de que era lo mejor para el club. La única razón por la que lo hago es para influir positivamente en la actitud de los jugadores".

Con el gesto abatido y esa sonrisa angélical que siempre le caracterizó, el presidente madridista, el hombre que reflotó económicamente la institución, abundó en el malestar que le provoca ver la marcha deportiva del equipo: "Después de lo visto en los últimos partidos, debo decir que no íbamos por el buen camino. Yo jamás echaré la culpa a los jugadores, pero creo sinceramente que algunos están confundidos. No me han gustado muchas de las actuaciones que he visto en los últimos días, pero en esto es como si yo me echase la culpa a mí mismo".

Florentino Pérez no nombró a ninguno de los futbolistas "confundidos". Al hablar de ellos, reflexionó sobre las causas de esta confusión: "Tal vez se deba al exceso de triunfos o a la mala asimilación de mis mensajes. Los he maleducado, como los padres hacen con los niños cuando les dan lo mejor y los confunden. Yo no quiero que esto siga así. Quiero que entre los jugadores y la afición haya una comunión. Los jugadores se han confundido y luego no he podido desconfundirles. Con mi dimisión quiero llamarles la atención. Manifestarles que lo único importante es el Madrid. En este sentido, mi marcha puede servirles de aclaración. El culpable soy yo. Yo me echo la culpa a mí mismo. Si no, no dimitiría. Soy culpable por no haberles sabido transmitir la responsabilidad. A veces, cuando les decimos que son los mejores del mundo, les hacemos daño. Me gustaría haberles educado en que cada día hay que ganarse el puesto con trabajo, sacrificio y esfuerzo".

"Tengo muy buena relación con los miembros de la plantilla", aclaró el ex mandatario, "pero ante el Mallorca el equipo demostró que no está bien. No es normal lo que ocurrió y en esto doy la razón a Sergio Ramos". Florentino Pérez hizo alusión a las palabras del central sevillano que lamentó en la Cadena SER la escasa repercusión de su gol en el banquillo madridista. Sergio Ramos dijo que sus compañeros festejaron su tanto "como si hubiera marcado el Mallorca". Estas palabras pusieron de manifiesto el malestar y el escaso compromiso colectivo del equipo.

Florentino Pérez aclaró que su decisión había sido muy meditada. Y que no se marcha para volver: "Yo de donde me voy no vuelvo". Cuando le preguntaron si tenía algún consejo para darle al nuevo presidente, insinuó que no debía comprometerse afectivamente con los futbolistas. "Creo que este proyecto lo he protagonizado mucho", dijo; "y por eso será más fácil para otro hacer una renovación. El presidente es bastante inteligente para saber cuál es nuestro problema. Yo tenía demasiadas servidumbres y compromisos con los jugadores. Me gustaría que los goles del Real Madrid se celebren como los que marca el Mallorca".

Sobre el modelo económico, el ex presidente confirmó que su sucesor hará una política continuista: "El modelo es el adecuado. Nuestro club siempre se ha basado en la cantera y en grandes jugadores. Lo que necesita un gran cambio es el proyecto deportivo".