El odio sigue presente en el Ulster
Los protestantes se sienten abandonados por el Gobierno británico y por la policía
Los acuerdos de paz en Irlanda del Norte cumplen ocho años. Pero la casi desaparición de la violencia no ha derribado los muros de rencor que separan a los unionistas, protestantes, y a los republicanos, católicos. La diferencia es que ahora los primeros se sienten abandonados por el poder británico y por la policía.
Los protestantes ya no pueden transmitirse los puestos de trabajo de padres a hijos. Mientras, los católicos, acostumbrados a tener que prepararse mejor y a pelear por todo, van ocupando espacios sociales más amplios.
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