Irán y Rusia alcanzan un preacuerdo para enriquecer uranio en suelo ruso
El compromiso pretende frenar el recelo de Occidente sobre el programa nuclear de Teherán
Rusia e Irán alcanzaron ayer un principio de acuerdo para el enriquecimiento de uranio en territorio ruso con el que abastecer las centrales nucleares iraníes. El acuerdo, anunciado por el vicepresidente iraní encargado de la Energía Atómica, Golam Reza Agazadé, podría calmar las sospechas de Occidente de que Teherán pretende utilizar su programa nuclear para dotarse de bombas atómicas. Rusia considera que el acuerdo está ligado a una moratoria en las aspiraciones iraníes de enriquecer uranio por sí mismo, pero Teherán no ha dicho nada al respecto.
"Hemos alcanzado un acuerdo de principio para crear una empresa mixta", declaró Agazadé en una conferencia de prensa conjunta con Serguéi Kiriyenko, director de la Agencia Federal de Energía Nuclear de Rusia, celebrada en la ciudad iraní de Busher, en el golfo Pérsico, donde Irán construye, con ayuda de Rusia, una central nuclear. Precisamente ayer se anunció que la planta de Busher, que debía entrar en funcionamiento a finales de este año, "se retrasará un poco".
Kiriyenko indicó que la propuesta del Kremlin permite garantizar el derecho soberano de Irán de disponer de un programa nuclear civil, al tiempo que se previene la proliferación de armas nucleares.
Según el compromiso alcanzado, Teherán trasladará a territorio ruso todas las partes de su programa atómico que despiertan recelo entre los aliados. Una vez que el uranio haya sido enriquecido, el combustible nuclear resultante será trasladado a Irán, lo que garantizará a este país energía nuclear civil, al tiempo que limita la capacidad del régimen de los ayatolás para avanzar en la consecución de la bomba atómica.
La propuesta de compromiso, sobre la que Agazadé dijo que se necesitan más conversaciones para perfilar todos los detalles, se alcanza a tan sólo una semana de que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) se reúna en Viena para decidir si pide al Consejo de Seguridad de la ONU que actúe contra Irán.
Fuentes de la delegación rusa en Busher declararon a la agencia Reuters que "Rusia pretende discutir junto con los detalles de la empresa conjunta para enriquecer uranio todos los problemas relativos a la cuestión nuclear iraní, incluida una moratoria en el enriquecimiento de uranio".
Kiriyenko aseguró que "apenas quedan problemas pendientes relativos a la organización, financiación y el carácter técnico de la propuesta rusa" que no se refiere directamente al enriquecimiento de uranio. "El problema nuclear iraní puede ser solventado en el marco del OIEA, para lo que será necesario adoptar todas las medidas necesarias", afirmó Kiriyenko.
Más negociaciones
Kiriyenko adelantó que la tercera ronda de consultas sobre la oferta rusa, que cuenta con el beneplácito del OIEA, "continuará en los próximos días en Moscú". El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, aseguró que las negociaciones con Irán proseguirán, si es necesario, hasta el 6 de marzo, cuando el director general del OIEA, Mohamed el Baradei, presente a la Junta de Gobernadores de este organismo el informe destinado al Consejo de Seguridad de la ONU. El preacuerdo alcanzado es visto como un instrumento para calmar sobre todo a EE UU e Israel que pretenden impedir por todos los medios que Teherán posea armas de destrucción masiva.
Mientras, el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Hamid Reza Asefi, afirmó que su país todavía no ha empezado el enriquecimiento de uranio, al que se opone la comunidad internacional por ser el paso previo a la fabricación de armas atómicas. Asefi explicó que "el empleo de unos centrifugadores no tiene nada que ver con el enriquecimiento, sino con una labor de investigación".
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