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Costa Rica, sin presidente electo hasta resolver 600 quejas electorales

Diecisiete días después de las elecciones en Costa Rica, el ex presidente Óscar Arias, candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), puede respirar tranquilo. El recuento de los votos, concluido el miércoles, le da la victoria por un estrecho margen sobre su contrincante, Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC, centro). Sin embargo, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) no proclamará presidente electo hasta que no resuelva las 599 impugnaciones presentadas hasta ahora.

Los cálculos realizados por la prensa a partir de las actas oficiales otorgan al Premio Nobel de la Paz alrededor de 18.000 votos sobre su rival (de un electorado de 2,5 millones de personas), una diferencia no sólo sorprendente, sino también comprometedora para el futuro Gobierno.

Ottón Solís se niega a reconocer derrota alguna hasta que no haya una declaración oficial del TSE. Pero Arias, presidente del país entre 1986 y 1990, ya piensa en decisiones de Gobierno. Más bien, ha reactivado los planes que traía desde hace ocho meses, cuando empezó una campaña claramente triunfalista, confiado en el poderío de su partido, el aura de la experiencia y el aplauso de quienes recuerdan su trabajo como líder del proceso de paz en Centroamérica a finales de los 80.

Ahora volverá al Gobierno, pero su trabajo de pacificador internacional deberá cambiarlo por uno de concertador nacional, de puente entre las dos mitades divididas por el modelo de desarrollo económico que conviene para el país de mejores índices económicos y sociales en Centroamérica. "Pediré ayuda a todos los que están representados en la Asamblea Legislativa. Tenemos que conversar mucho, el diálogo será el instrumento permanente en este Gobierno", señaló este economista de 65 años, doctorado también en Ciencias Políticas en el Reino Unido.

Sus ideas socialdemócratas se han liberalizado, algo que él califica como simple evolución sin traicionar principios. Sin embargo, sectores más conservadores (lo que en Costa Rica quiere decir más estatistas) lo acusan de "neoliberal", por considerar indispensable la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

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